Arturo Rueda/Tiempos de Nigromante/Diario Cambio

Me encantaría escribir hoy sobre la valentía de Antonio Gali Fayad para abandonar definitivamente la alcaldía de Puebla, a la que gane o pierda, no volverá.

Me encantaría también hoy ponderar las cualidades de Luis Banck Serrato como nuevo presidente municipal y las razones que llevaron a su designación.

También podría tratar esta columna del registro de Blanca Alcalá como precandidata a la gubernatura en un acto arcaico del viejo partidazo de la matraca y el confeti que ya no convence a nadie.

O analizar su discurso lleno de golpes al aire que nunca quiso personalizar.

 

También podríamos comentar el “multihomicidio” ordenado por un empresario gallero que incluso ganó la licitación del Palenque en este sexenio.

 

Pero Tony, Banck, Blanca, el multihomicidio, se quedan chicos, muy chicos, ante la ola de violencia de género que vive Puebla y nadie quiere atender.

 

El gobierno morenovallista ya no puede evadir la responsabilidad y el PRI no puede enarbolarlo como un acto electorero.

 

¡Carajo, esto es una masacre!

 

¿Qué hace faltar para pararla?

 

A los terribles feminicidios de Karla López Albert, Irais Ortega, Paulina Camargo, ahora se suma Samai Alejandra Márquez Salgado.

 

Todas estaban embarazadas y sus novios se convirtieron en sus verdugos.

 

¿Qué debe tenerse en la cabeza para cometer estos crímenes horrendos?

 

Ahora Samai, originaria de Libres —donde será enterrada hoy—, de apenas 25 años, egresada de la carrera de Psicología Educacional y que cometió el error de embarazarse de un hombre casado que decidió asesinarla para no encarar la responsabilidad.

 

A estas horas, también suena hueco el #NiUnaMás que ya enarbolan organizaciones y activistas.

 

La violencia de género está desatada y los medios alimentamos la paranoia con un conteo de feminicidios quizá exagerado, pero que queda como verídico para el silencio de la Fiscalía General del Estado.

 

¿Cómo podemos hablar de las aventuras de Gali y de Blanca por la minigubernatura cuando muchas mujeres están muriendo?

 

Es cierto: no las mata el gobierno. Las mata la descomposición social, el modelo económico, la brutalidad emanada de la estupidez. Trogloditas que prefieren cortar dos vidas, la de la madre y la del niño, antes que asumir su responsabilidad.

 

Pero desde el año pasado se exige que el gobierno estatal lance una Alerta de Género, que otorgue instrumentos y recursos para enfrentar esta masacre.

 

El de Samai no es el único feminicidio de este sangriento fin de semana. Otras tres mujeres fueron encontradas muertas, y aunque no necesariamente encajan en ese tipo penal, disparan la alarma social.

 

Según los medios de comunicación, ya son 14 casos en 2016. Según la Fiscalía, pues quién sabe.

 

En nada lastima al gobierno morenovallista un análisis real de la Alerta de Género, pues no es el gobierno quien mata a estas mujeres, sino hombres desquiciados, psicópatas, hijos de puta.

 

El problema es que no son casos aislados, sino un fenómeno social creciente al que no se le quiere buscar respuesta.

 

¡Qué terrible y qué huecas suenan las ambiciones, los escarceos de nuestros políticos!

 

Hoy no es día de hablar ni de Tony, ni de Banck, ni de Blanca, ni de nadie de ellos, ocupados en sus pequeñas o grandes ambiciones.

 

Hoy es día de hablar de Samai. Y de la ola de violencia de género que ya es un tsunami.

 

Descansa en paz.

 

Para mayor información:http://www.diariocambio.com.mx/2016/opinion/tiempos-del-nigromante/item/4641-hoy-no-es-dia-de-hablar-de-gali-banck-o-blanca-sino-de-samai

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...