La semana pasada, el senador mexicano de extracción panista, Jorge Luis Preciado, anunció una propuesta de reforma para que los mexicanos puedan estar armados en todo momento para defenderse de la delincuencia.
De prosperar la reforma al artículo 10 constitucional, se permitirá poseer un arma en casa, negocio (como la ley de armas de fuego lo dicta) y aumentarlo a “dentro de los automóviles”.
El legislador señala: “Tenemos derecho a la legítima defensa y si un delincuente se mete a mi casa o va a mi negocio, por lo menos va a saber que del otro lado puede haber alguien que tenga un arma para responder”.
Declaración más que acertada, está más que demostrado que los Estados que tienen regulaciones más prohibitivas con las armas de fuego son más violentos. Honduras, México, el Salvador; incluso hasta dentro de la Unión Americana, las matanzas se concentran en estados donde las regulaciones de armas de fuego son muy estrictas como en el caso de California y a lo largo de la semana pasada, han sentenciado en varios medios de comunicación que el gobierno mexicano ha fracasado en su tarea de proteger a la ciudadanía dejándonos en un estado de indefensión.
Lo interesante de esto es que el legislador, aunque no lo crea, sí hizo su tarea y ha estudiado el aumento de la criminalidad y su fenomenología en México y otros países así como la relación de éstas con la posesión legal armas de fuego por parte de los ciudadanos.
Aclaró que “esta reforma es para que el delincuente sepa que si se mete a un negocio, si se mete a una casa o detiene un auto, él también corre el riesgo de que la persona esté armada y pueda usarla en legítima defensa. No hay razón por la cual un ciudadano no pueda autodefenderse. Así lo estableció la Segunda Enmienda de EU desde su fundación, y así lo estableció la Constitución de 1824, la de 57 y la de 1917”…
En entrevista con el periodista Pascal Beltrán del Río, el senador puntualizó que en caso de que esta iniciativa prospere, los interesados tendrán que cumplir con los requisitos de la Sedena para poder poseer un arma de fuego en su negocio o auto.
“No se trata de entregar armas a todo mundo; hay un procedimiento para que esto pueda suceder. En primer lugar, debe solicitarlo a la Sedena, se les hacen los exámenes psicológicos, cinegéticos y físicos, además, se revisa una situación en su récord criminológico, y en función de todo ello se autoriza que un ciudadano pueda portar un arma en su domicilio, en su negocio o en su auto; es decir, significa pasar por todo un procedimiento, no sólo es solicitarlo y que al otro día la gente ya esté armada.”
Expuso que con esta iniciativa se busca prevenir el delito, puesto que un delincuente va a pensar dos veces antes de asaltar una casa o un negocio, es decir, el delincuente estará consciente de que hay una alta probabilidad de que su probable víctima, se encuentre en las mismas circunstancias para poder defenderse.
Sin embargo, es de llamar la atención la respuesta (que esta propuesta generó) del comisionado antidrogas del país Manuel Mondragón y Kalb, de extracción militar, en este sentido comentó que: “es de enfermos mentales esta propuesta porque además el gobierno ha puesto en marcha acciones para despistolizar a la ciudadanía”. Situación de lo más contradictoria ya que aunque el derecho a la propiedad de las armas está consagrado en el artículo 10 de nuestra carta magna, se hacen serias campañas para despistolizar, como el propio funcionario declara a la ciudadanía, situación que genera dos comentarios:
1. En lugar de campañas de despistolización se deberían hacer campañas de tenencia responsable de armas de fuego (¿por qué hacen campañas contra derechos consagrados en la constitución?); y
2. Dichas campañas efectivamente, desarman a ciudadanos, mas no a delincuentes, ya que ellos se dedican a, efectivamente estimado lector, adivinó…a delinquir, así que si creen que los miembros de la delincuencia organizada están haciendo fila para entregar en el módulo de la Sedena sus arma, lamento informarles, con el corazón en la manos que no es así.
La actual Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos data de la década de los 70´s y se creó tan estricta porque se temía que grupos subversivos se armaran, hoy en día la realidad es otra, en muchos estados de la república mexicana el Estado se ve incapaz de proveer uno de los servicios angulares para el desarrollo de las sociedad, la seguridad.
¿No es hora ya de quitarnos tabúes y buscar nuevos paradigmas que coadyuven a la seguridad ciudadana?, que es cierto que los imputados por la comisión de algún ilícito tienen derechos fundamentales que no pueden ni deben ser violados, pero que, antes que nada están los derechos fundamentales de los miembros de nuestra sociedad que ya estamos hartos de que no se protejan.
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