Por Abel Pérez Rojas

“El barefooting –andar descalzos- 
representa una posibilidad 
del ejercicio de nuestra
libertad personal y colectiva”. 
Abel Pérez Rojas.

El creciente movimiento barefooting –andar descalzos en toda ocasión- no es sólo una cuestión de preferencia o comodidad. Es el ejercicio de la libertad personal y colectiva que cuestiona nuestros paradigmas sobre lo que es saludable, sobre lo socialmente correcto y acerca de la relación del ser humano con la naturaleza.

El barefooting es una forma de establecer una relación dialéctica con la realidad, de tal manera que después de llegar a varias síntesis caemos en cuenta que es una vía para desarrollar nuestra inteligencia corporal cinestésica, y así mismo apercibirnos de que somos parte de un sistema complejo vivo, del cual somos parte que puede desarrollar conciencia propia y holística.

Por supuesto, todo esto no es una cuestión libresca y, sí en cambio, una situación dialógica que por el hecho de regresar de alguna manera a la forma como se desplazaban nuestros ancestros, nos coloca en condiciones de establecer diálogos entre iguales, sin la pretensión de imposiciones de poder.

Contrariamente a lo que ocurre bajo la conducta prohibitiva que asumen los adultos en la formación de los niños, creando efectos nocivos y castrantes en ellos.

Los niños que crecen en ambientes que constriñen son proclives a desarrollar un miedo a lo desconocido, sentimientos de culpa cuando rompen lo establecido y en otros casos rebeldía, ésta última les dificulta, en el futuro, la posibilidad de entablar relaciones basadas en el diálogo, la tolerancia y la comprensión.

De la mano de lo anterior, principalmente desde ciertas religiones, se siembra un sentimiento de pecaminosidad hacia la exploración de nuestras sensaciones corpóreas, porque van de la mano con la posibilidad de abordar la sexualidad sin necesariamente estar ligada con la procreación ni con el matrimonio, según dicen.

Quien se da la oportunidad de andar caminos más allá de los derroteros comunes, también puede caer en cuenta que dichos abordajes le abren la visión de cuestionar y entender más ángulos de la realidad, cuya limitante sólo es su disciplina por el estudio y el tiempo de vida tan corto de los seres humanos.

Algunos países de Europa, Estados Unidos y recientemente en Colombia, la construcción de parques para personas descalzas da la oportunidad de abrir espacios exprofeso para probar nuevas sensaciones.

Estas tendencias se entienden muy bien a la luz de las Cartas de Ciudades Educadoras y de Barrios Educadores, pues son demarcaciones que posibilitan la formación como experiencia de aprendizaje y recreación en la diversidad de las texturas y las temperaturas captadas por nuestras extremidades inferiores.

Desde Sabersinfin.com estamos aportando –con personajes como Fernando Acosta, practicante del barefooting desde hace algunas décadas- a la construcción de un cuerpo teórico educativo–social a la filosofía del andar descalzo por todas partes, de tal manera que sea cada vez más visible porque esto rompe paradigmas y posibilita nuestro desarrollo en varios sentidos.

Interesante ¿o no?  

@abelpr5

 

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7. 

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Fundadora y directora editorial del portal de noticias Ángulo 7. A los 14 años decidió que quería dedicarse al periodismo. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fue becada...