En el actual gobierno de Puebla, encabezado por Rafael Moreno Valle, han asesinado a tres exalcaldes –de San Felipe Xochiltepec, Domingo Arenas y Mecapalapa– así como a dos ediles de San Salvador El Verde y Huehuetlán.
El primero caso fue el de José René Garrido Rocha, munícipe de San Salvador El Verde, quien fue ultimado de un balazo en la cabeza, el 20 de abril del 2013, luego de que sujetos ingresaron a su casa para asaltarlo y quitarle joyas.
Era del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Pasaron 3 años para que se presentara un hecho similar, ya que el 20 de abril de 2016, Tarcisio Lorenzo Marcos, exalcalde panista de San Felipe Xochiltepec, fue asesinado, con disparos de un Ak-47. En 2011, sobrevivió a un atentado.
Pasaron apenas tres meses para que se presentara otro caso: el 15 de julio de 2016, Neftalí Hernández Mejía, ex-presidente municipal de Domingo Arenas de 2011 al 2014, perdió la vida, cuando fue asaltado quitándole 20 mil pesos.
En un mes, otro asesinato
Tan sólo un mes después, el 2 de agosto de 2016, José Santamaría Zavala, alcalde de Huehuetlán, fue acribillado mientras conducía sobre la carretera que conecta a San Agustín Huacatlán.
En 2015, sufrió un atentado dentro de su domicilio en un supuesto robo a casa habitación. Era del partido Movimiento Ciudadano, aunque varias ocasiones contendió por el PRI para buscar la alcaldía.
El último caso fue el de Jesús Antonio Hernández Jiménez, expresidente auxiliar de Mecapalapa de 2011-2014, quien fue ultimado a balazos en su domicilio, el 19 de septiembre de 2016. Recibió balazos tras una discusión sobre una presunta venta de caballos.
Sobre Hernández Jiménez, Jesús Rodríguez Almeida, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y Diódoro Carrasco Altamirano, secretario General de Gobierno (SGG), se deslindaron del asesinato y argumentaron que compete a la Fiscalía General del Estado (SGE), a cargo de Víctor Carrancá Bourget.
