En 1991, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, plagió al menos 197 párrafos de los 682 de su tesis para obtener el título de Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana; Presidencia aseguró que fueron “errores de estilo”.
Lo anterior, de acuerdo con un reportaje especial de Aristegui Noticias, donde aseguran que en su tesis “El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón”, de 200 páginas y 682 párrafos, donde aseguran que el mandatario plagió por lo menos a diez autores en su tesis.
En su video investigación titulada “Peña Nieto, de plagiador a presidente”, explica que entre los autores plagiados se encuentran Enrique Krauze, Diego Valadés y Jorge Carpizo.
A su vez, descubre que entre los párrafos copiados íntegramente están los de los historiadores Alberto Morales Jiménez, Víctor López Villafañe, José María Calderón y Emilio Rabasa, así como el los de Linda Hall, académica de la Universidad de Nuevo México.
Otros de los plagiados son los doctores en Derecho, Felipe Tena Ramírez y José de Jesús Orozco Hernández, y detectaron párrafos de la obra escrita de Miguel de la Madrid Hurtado, expresidente de México.
No es plagio
En tanto, Eduardo Sánchez Hernández, coordinador de Comunicación Social y vocero del Gobierno de la República, respondió al reportaje y aseguró que la tesis no fue plagiada, y que no citar autores ni darles el crédito correspondiente, sólo son “errores de estilo”.
“Por lo visto errores de estilo como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que incluyó en la bibliografía son, dos décadas y media después, materia de interés periodístico”, y agregó que son bienvenidas “la crítica y el debate”.
Curiosamente, Eduardo Alfonso Guerrero Martínez, asesor de tesis del presidente, actualmente es magistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México.
Cabe mencionar que la investigación dividió la opinión en redes sociales, mientras algunos celebraban la nota anunciada como una “gran revelación”, otros usuarios demeritaron el ejercicio periodístico y pidieron a Carmen Aristegui “se olvide de sus obsesiones contra Peña Nieto y vuelva ya a la seriedad periodística”.
