Por Marco Antonio Rovira

Mariano Piña Olaya ocupó la gubernatura del estado entre 1987 y 1993. Su gobierno no fue conciliador ni tan transparente, pero estuvo marcado por el apoyo de la autoridad federal, a pesar del descontento de varios sectores sociales.

El politólogo Pedro López Díaz refiere que Piña Olaya nació en 1933 en Champusco, Huaquechula. Estudió Derecho en la UNAM, donde fue compañero del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado, relación que sería fundamental para su futuro político. Entre sus cargos públicos destaca que fue gerente general administrativo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) entre 1974 y 1976, diputado federal por Puebla entre 1982-1985, así como gobernador del estado de 1987 a 1993. Actualmente se mantiene cercano al gobierno de Rafael Moreno Valle a través de la figura de su hijo, Juan Pablo Piña Kurczyn, quien ya es diputado federal electo por Teziutlán del PAN.

En lo político, su nombramiento garantizó la continuidad del poder presidencial en Puebla, lo que hizo que su designación como gobernador fuera vista como una imposición, particularmente para los grupos que apoyaban la candidatura de Ángel Aceves Saucedo, hombre cercano a la CTM.

Por otro lado, los empresarios locales prefirieron apoyar a Piña Olaya como contrapeso a la posible fuerza de la CTM en el estado, aunque al final de su sexenio varios miembros del PAN y empresarios locales se mostraron descontentos con su gobierno.

Por parte de su gobierno, dice el académico Wil Pasnterns, hubo simpatías iniciales con la derecha, lo que provocó temores de un resurgimiento de la persecución a las fuerzas de izquierda de la UAP, sin embargo, Piña Olaya supo negociar hábilmente a las autoridades universitarias, evitando la confrontación.

 

Asesinatos políticos y encarcelamientos

Por otro lado, su gobierno generó un importante descontento debido a una política represora en contra de algunos movimientos sociales, dejando tras de sí una estela de agresiones, infiltraciones, encarcelamientos y asesinatos políticos en la entidad, como el de Gumaro Amaro Ramírez, quien pertenecía a la organización Frente Nacional de la Lucha por el Socialismo (FNLS), así como el encarcelamiento del líder de la organización “28 de Octubre”, Rubén Sarabia Sánchez, alias Simitrio, quien actualmente se encuentra otra vez preso.

En lo económico, su gobierno se vio limitado por la crisis general que atravesaba el país durante esos años.

La situación social se tornó explosiva, principalmente durante la segunda mitad de su administración, aunque esta vez la UAP –a la que por iniciativa de Piña Olaya se concedió el título de “Benemérita” en abril de 1987– no figuró como la cabeza de un movimiento popular de protesta.

 

Expropiaciones y especulación inmobiliaria

También, durante su administración se desarrolló una fuerte actividad especulativa con terrenos de la ciudad, la cual, generalmente, tendía a favorecer a gente cercana al gobernador –por no decir que a él mismo–, situación que le ganó el mote de “Rapiña Olaya” entre algunos círculos políticos y sociales.

Durante su gobierno se expropiaron varias hectáreas de tierra por razones de “utilidad pública” entre el municipio de Puebla y Atlixco para posteriormente construir una carretera de peaje en esa zona. También durante su gobierno se iniciaron los proyectos relacionados al rescate de la zona de Paseo de San Francisco, en la capital de Puebla, en las que, por cierto, la esposa de Piña Olaya Patricia Kureczyn Villalobos, –se señala– se benefició con las expropiaciones.

Debido a la política de expropiaciones, principalmente en contra de tierras campesinas, la especulación inmobiliaria, y la falta de cumplimiento de los acuerdos adquiridos durante el gobierno de Guillermo Jiménez Morales con los comerciantes ambulantes de la “28 de Octubre” hubo varias manifestaciones que fueron reprimidas por las autoridades estatales, como ocurrió durante una marcha el 1 de mayo de 1992, que terminó con una lluvia de pedradas al templete donde estaba el propio gobernador y otras autoridades. Cabe destacar que en esa marcha hubo infiltración de grupos de choque que provocaron el enfrentamiento, mismo que dejó tras de sí a varios heridos.

 

Para leer los artículos de los exgobernadores anteriores, puede ir a:

Inestabilidad, la constante de las primeras décadas del siglo XX en Puebla

Corrupción y autoritarismo, emblemas del exgobernador Maximino Ávila Camacho

Bautista Castillo continuó con el avilacamachismo; impulsó la cultura

El gobierno de Carlos Betancourt, estancamiento e inicio de la crisis

Familia y poder: el gobierno de Rafael Ávila Camacho en Puebla

El gobierno de Fausto Ortega: el inicio del colapso avilacamachista

Nava Castillo y la represión a los estudiantes; tuvo que renunciar

Aarón Merino Fernández, un exgobernador conciliador; trajo a VW

Gobierno del general Moreno Valle, una administración fallida

Hacia un nuevo orden: el gobierno interino de Guillermo Morales Blumenkron

Gobernador Guillermo Jiménez, desafiado por PAN; con buena relación con BUAP

 

Foto: Especial