Por: Alejandra Olivera @AletzOliv
El ciudadano, Modesto Morales Castilla, denunció que ha sido víctima del acoso de un grupo de vecinos y del padre capellán Asunción González Solís, quienes violando los usos y costumbres lo removieron del cargo de mayordomo de dicho templo.
Explicó que tras haber asumido el cargo en diciembre de 2014, donde le entregaron un nicho con la imagen de la Virgen de Guadalupe, cetro y plato de metal con detalles en plata, el 23 de febrero de 2015 fue desconocido como mayordomo debido a que “al exigir cuentas claras sobre los ingresos al santuario, no me las quisieron dar, entonces mi presencia a los exmayordomos (principales) no les convino”.
Comentó que tradicionalmente, los feligreses del templo aportan para las necesidades de la iglesia, además ingresa dinero por la renta de espacios en la escalinata durante la fiesta patronal, uso de sanitarios y demás cooperaciones, sin embargo sus antecesores –dijo—no quieren detallar los ingresos y gastos del santuario.
Por ello, señaló que Moisés Gildardo Ramírez Domínguez –mayordomo antecesor–, Guillermina Romero Gómez, José Lázaro Arrieta Torres, Roberto Cuatlayotl Cuautle, Jesús Arrieta Pérez, Irene Colax Roldán, José Luis Acá Ramírez y Edilberto Almonte Aca, quienes fungieron como mayordomos durante los correspondientes periodos de 2007 a 2014, hicieron la petición de su renuncia la cual fue aprobada por el párroco de San Pedro Cholula, Felipe Miguel Viveros Téllez.
Mantendrán la imagen
Una vez destituido, explicó, fue demandado por dichas personas, ya que ante las irregularidades administrativas y para no deshacer su compromiso con la virgen, “decidí resguardar la imagen, cetro y plato”, los cuales conservará y entregará hasta que concluya su obligación, según la costumbre, el 12 de diciembre de este año.
Explicó que al recibir el cargo, los mayordomos salientes deben entregar un libro de egresos e ingresos, así como un inventario, los cuales –aseguró—nunca recibió.
Por lo que, cuando solicitó al principal saliente, Moisés Gildardo Ramírez Domínguez, que le entregara las cuantas “me contestó: yo no te voy a entregar nada porque a mí tampoco me entregaron nada; ahí se suscitaron los problemas y tomaron represalias en nuestra contra”.
Refirió que del problema ya tiene conocimiento la arquidiócesis poblana, quien solamente pidió al párroco Viveros Téllez solucionar el problema, “resolviendo mi destitución y nombrar como sucesor a Salvador Cuatlayotl Guevara” argumentando que la decisión se tomó en una asamblea, la cual afirmó nunca sucedió.
Situación que expuso es contraria a las costumbres cholultecas que dictan que los mayordomos no pueden ser removidos, a no ser que el pueblo lo solicite.
Acusó que la barda de su domicilio fue grafiteada, además de sufrir agresiones físicas e insultos verbales por parte de los exmayordomos, e incluso ofensas del padre capellán quien durante sus misas dominicales los ha acusado de “secuestrar la imagen de la virgen”.
Foto: Alejandra Olivera/Ángulo 7