A partir del tercer peritaje de DNV, el gobierno de la Ciudad de México sostuvo que sí realizó inspecciones a la Línea 12 del Metro y que la empresa se contradice, pues estas revisiones no podían detectar los errores graves de diseño que causaron el colapso de 2021.
Este miércoles en conferencia de prensa, a dos días de la filtración del último reporte de la empresa noruega sobre la causa-raíz del siniestro, la administración capitalina hizo público el documento y presentó su análisis del mismo.
Si la presencia de la jefa de Gobierno, Claudia Shainbaum Pardo, los secretarios Miriam Urzúa Venegas, de Gestión de Integral de Riesgos y Protección Civil, y Jesús Esteban Medina, de Obras y Servicios, se enfocaron en exponer diapositivas que resumieron las “inconsistencias y contradicciones” que llevaron a rechazar el tercer peritaje.
Estuvo presente el secretario general de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, quien no hizo uso de la palabra. Además, ninguno de los funcionarios aceptó preguntas de la prensa.
La presentación se centró en las inconsistencias de la barrera cuatro, que es la última parte del Análisis Causa-Raíz de DNV. De acuerdo con la metodología de esta empresa, el peritaje consta de 4 barreras con acciones preventivas que, de haber sido efectivas, “hubieran evitado el colapso del tramo elevado entre las columnas 12 y 13”.
Urzúa Venegas señaló que el documento confunde las causas directas del colapso –errores de construcción y diseño–, establecidas en el dictamen final fase dos, “con las barreras preventivas que, según su propia definición, son controles, sistemas, prácticas y procedimientos que podrían haber contribuido a prevenir el colapso”.
Detectan cinco inconsistencias principales
La cuarta barrera comprende inspecciones regulares de la obra civil con base en el manual de mantenimiento. Sin embargo, Medina mencionó que el gobierno capitalino detectó cinco inconsistencias principales en esta sección de tercer peritaje:
DNV menciona que no se realizaron inspecciones rutinarias, pero reconoce que se les entregaron los resultados de las inspecciones de 2019 y 2020.
Utiliza como sustento imágenes de Google View, pero esta empresa establece en sus términos de servicio que “puede que las condiciones reales difieran de los resultados de los mapas y del contenido”.
En el reporte II, DNV señaló que las deformaciones eran imperceptibles a simple vista, pero en el reporte III dice que sí eran perceptibles con base en Google View.
En el reporte Fase II,advirtió deflexiones de 7.62 cm. Sin embargo, esto no es fundamento para determinar riesgo dado que la deflexión permisible en el reglamento de construcciones del DF para un claro de la magnitud donde ocurrió el colapso es de 11.7 cm.
La empresa DNV señaló que el manual de mantenimiento no determinaba metodologías para establecer criterios de deformación, por lo que recomendó corregirlo, pero en el tercer reporte afirma que las inspecciones debieron haber seguido el manual que había criticado como deficiente.
Rechaza tercer peritaje por contradicción
Por lo anterior, el funcionario reiteró que el rechazo del reporte 3 se debió a las contradicciones y fallas técnicas que muestra respecto al 1 y 2, presentados el año pasado.
El gobierno capitalino sostiene que sí dio pruebas de haber realizado inspecciones en 2019 y 2020, pero estas no podrían haber detectado una deflexión desde el nivel de la calle.
Tampoco –asegura– se podría haber evitado el colapso con inspecciones visuales ni con con base en un manual de mantenimiento, pues fue “originado por errores de diseño y fallas en construcción”.
Así, Medican remarcó que el interés de la administración es reparar la L2 conforme al Reglamento de Construcciones del Distrito Federal, así como continuar con el apoyo a los familiares de las víctimas —26 fallecidos— en lugar de entrar a un “largo juicio”.