Banner Programa

biografia-gustavosantinnieto

Cartas a Gracia

El regreso a clases presenciales, “obligatorio” para todas y todos los alumnos, maestras y maestros y en todas las escuelas de educación básica y media superior -frase ya utilizada en una carta que anteriormente te enviara Gracia-, permitiría reflexionar sobre el modelo híbrido; nombre con el que las autoridades educativas denominan a la asistencia alternada a los salones de clase, en las que unos acudirían a las sesiones presenciales algunos días de la semana y el resto en otros días, o a la formación de 2 grupos del mismo grado que tomarían clase: uno en línea y otro de manera presencial en las escuelas en las que las condiciones económicas lo permitan y sobre la exigencia vertida por docentes; testigos de contagios adquiridos por algunos y algunas de sus compañeras y compañeros, quienes se ausentaron de sus centros de trabajo sin que pudiesen ser suplidos en las escuelas públicas por falta de personal.

En esa reflexión Gracia, resaltaría el tema de la aplicación de la segunda dosis de la vacuna prometida en una “mañanera” (30 de noviembre), inoculación que protegería y daría mayor certeza, en lo que cabe, a las y los trabajadores de la educación; salvaguarda a la que se sumarían las inmunizaciones de alumnas y alumnos mayores a los 15 años y a quienes ya les aplican el biológico, aunque tras largas filas y horas de espera que la gran mayoría de acompañantes aceptan con una gran resignación; diligencia de la que están marginados las y los menores de entre 3 y 15 años de edad que permitiría un regreso a las escuelas preescolares y primarias en las mejores condiciones posibles, como ya sucedería con las escuelas de media superior, y que prevendría algunas de las consecuencias que tendría una cuarta ola que derivaría de la mutación Ómicron del virus, supuestamente, mucho más contagiosa que sus predecesoras.

La exigencia de la aplicación de la segunda dosis de la vacuna administrada en una primera instancia a “más de 3 millones de trabajadores de la educación” de acuerdo a información vertida por Delfina Gómez Álvarez en su comparecencia ante la Comisión de Educación del Senado, y ahora convertida en promesa mañanera, provendría tanto de personal docente, administrativo y apoyo a la docencia, organizaciones magisteriales como el SNTE y la CNTE, titulares del sector educativo en alguna entidades de la república, rectores de instituciones de educación superior de carácter autónomo y sugerida por la propia farmacéutica, a pesar de las críticas a la efectividad de la misma; diatribas que incluirían su embazado nacional en Querétaro, la falta de reconocimiento por la Organización Mundial de la Salud, comentarios en corrillos escolares, relacionados con nombre y apellido de personal docente contagiado a pesar de estar vacunado.

En ese tenor Gracia, destacaría un comentario que, derivado de tu experiencia, me hicieras el día de ayer por la tarde; señalarías lo gratificante que fue para ti la experiencia que te dejaría el proceso de vacunación en el Instituto de Investigación Genómica ubicado en la zona de hospitales de Tlalpan, en la Ciudad de México en la que te aplicaron el biológico AstraZeneca y para el que requeriste sólo 20 minutos, desde que llegaste hasta que te vacunaran. Por mi parte, te refiero la experiencia que sufrieron miles de poblanas y poblanos que en los 3 últimos días asistieran a una de las 4 sedes de vacunación instaladas en la Ciudad Puebla.

Te relataría tres casos de personas conocidas con las que me une una relación de amistad y a quienes no les importaría, si compartiese el nombre, aunque me los reservo. Las y los suspirantes por la aplicación de la panacea sanitaria, se darían de santos si hubiesen compartido tu experiencia y hubiesen tardado solo 20 minutos, y no las 7 horas y media que tardo uno de los “beneficiarios” acompañando a su hija, y las 5 de otro -rezagado- que acudieran los días viernes y sábado pasados a la sede instalada en el Hospital del Sur, y la tercera que con sus dos menores que asistió al Centro Expositor “invertiría” casi 8 horas del sábado, para que le aplicaran la vacuna a su hija y a su hijo. A diferencia de la resignación que me compartieran mis amigos y amigas, los tuyos resaltan la eficiencia, eficacia y organización y el trato por demás amable de quienes estuviesen a cargo, en contra de las malas experiencias que vivieran quienes asistieran a los dos centros de vacunación locales en los que privaran la opacidad, el influyentismo, lo mismo que el negocio de fotocopias originado porque en los requisitos no se explicitaran que las y los acompañantes deberían adjuntar una copia de su identificación, solicitada 50 metros antes de ingresar al recinto de aplicación de vacunas Gracia.

Quienes asistieran al Hospital del Sur, llegarían los dos a las 7:30 antes meridiano y quien fuera al Centro Expositor a las 11:00 horas y saldrían, el primero a las 15:30 horas el día viernes y el segundo vacunado el sábado, a las 13:30. Quien llegara a las 11 del sábado al Centro Expositor, saldría en compañía de sus vástagos, a las 19:30 horas. En los tres casos, toda una odisea Gracia. No todas y todos compartieron ese martirio, pues muchas y muchos serían beneficiarios por estar su nombre incluido en una libreta de alguno de los múltiples miembros del staff y ser llamados, saltándose la fila y recibir la vacuna con deferencia, cuestión que molestaba a quienes se dieron cuenta de ser iguales al resto de los suspirantes, a diferencia de quienes tuvieran una “palanca” que les inscribiera en las dichosas libretitas.

Si quienes son responsables de proceso de vacunación en las sedes de la Ciudad de México aprendieron con rapidez y esmero, también podrían hacerlo sus pares en las entidades Gracia; pues, a la satisfacción que provoca una buena organización y el buen uso de las políticas públicas frente a la molestia que genera un proceso burocratizado por culpa de una mala organización, pero aún en eso se notan las diferencias y conste que me refiero solo a quienes les compete. Sin embargo, albricias por la vacunación de las y los adolescentes de entre 15 años y quienes son menores de 18, pero aún falta la brecha de las y los mayores de 3 pero menores de 15 años cumplidos.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales