Andrés Manuel López Obrador/Youtube
El gobierno federal reinició las obras de la planta coquizadora en la refinería de Tula, que la administración pasada dejó inconclusas, para producir 30 mil barriles adicionales de gasolina y contribuir al objetivo de que México “deje de importar combustibles”.
Así lo dio a conocer este domingo el presidente Andrés Manuel López Obardor en su visita al complejo hidalguense, donde señaló que, tras cinco años parada, la construcción ya se reactivó con una inversión de 60 mil millones de pesos.
“Encontramos que la planta estaba inconclusa. Se le debía a las empresas. Y teníamos dos caminos, dos opciones: dejarla así, inconclusa, o terminarla. Ya se había hecho una inversión suficiente (….) no era recomendable dejarlo que se convirtiera en chatarra”, refirió el mandatario a través de un video publicado en redes sociales.
Comentó que los trabajos quedaron parados hace cinco años, debido al destape de la trama de corrupción de Odebrecht, empresa brasileña que aceptó haber sobornado a funcionarios mexicanos durante el sexenio de Enrique Peña Nieto para conseguir contratos.
Destacó que la inversión procede de “puro presupuesto”, por lo que el gobierno no solicitó créditos. Ello se consiguió –afirmó– gracias al combate a la corrupción y a la política de austeridad republicana.
Destacó que el reinicio de la obra generará 8 mil empleos, lo cual contribuirá a la reactivación económica de Tula, zona afectada por las inundaciones de septiembre pasado.
Como los otros grandes proyectos de su gobierno, López Obrador aseguró que la planta coquizadora estará terminada a más tardar a finales de 2023.
Asimismo, el mandatario resaltó que en la construcción participa la empresa constructora ICA, una de las empresas que más contratos obtuvo durante el sexenio pasado, participa en la obra, pues busca “recuperar el prestigio” que perdió por casos de corrupción en dicho periodo.