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El sábado 23 de octubre viajé a Coyomeapan para escuchar a los pobladores de manera directa sobre el conflicto que están viviendo. Llegar hasta ese municipio implica un viaje de cinco horas desde la ciudad de Puebla. A partir de Coxcatlán, se empieza a subir a la Sierra Negra por una empinada y sinuosa carretera a menudo colindante con intimidantes laderas. Allí en medio de las faldas de varios cerros, se encuentra la cabecera municipal de Coyomeapan. También fui al lugar animado del deseo de averiguar de manera directa cual es la causa esencial del conflicto que se vive en el municipio. Mis conclusiones son las siguientes.

1. No es una confrontación derivada de un conflicto poselectoral, aun cuando las hostilidades más pronunciadas se desencadenaron después de que los habitantes cuestionaron por fraudulento el triunfo de la candidatura caciquil a la presidencia municipal.

2. Tampoco se trata de una rebelión que tiene como objetivo central al gobernador de Puebla, pese a que la población está muy molesta con él. Lo que fundamentalmente quieren los pobladores es que la familia Celestino Rosas, que ha detentado el poder local desde 2011, sea apartada de éste y deje de ser dueña de vidas y destinos de los habitantes del lugar. Ciertamente la población del municipio se siente agraviada por el gobernador porque buena parte de ella lo apoyó en 2018 y 2019. En la jornada electoral de julio de 2018 un joven representante de casilla por Morena, Habath Sánchez Saval, fue asesinado mientras junto a otros representantes conducían a la cabecera municipal paquetes electorales desde uno de los centros de votación.

3. No es un conflicto entre partidos políticos, no obstante que los integrantes de Unidad por Coyomeapan escogieron al PRI como vehículo para enfrentar a la candidatura caciquil apoyada por el PT-Morena-PVEM. Lo hicieron porque los demás partidos que podían servir de vehículos contra la candidatura oficial ya estaban colonizados por el grupo dominante en el municipio.

4. Mucho menos es un conflicto entre dos fracciones de Morena a pesar de que buena parte del pueblo simpatiza con dicho partido y el grupo dominante en el municipio encabezado por la familia Celestino Rosas forman alianza con Morena siendo parte del PT. EN 2018, la mayor parte del pueblo del municipio, votó por Morena y Andrés Manuel López Obrador. En aquel momento, los Celestino Rosas estaban plegados al morenovallismo.

5. No es un movimiento animado y encabezado por la organización Antorcha Campesina. Aunque haya algunos integrantes de Antorcha Campesina que forman parte del movimiento Unidad por Coyomeapan, la inmensa mayoría del movimiento ha rechazado que dicha organización se sume al mismo. Saben muy bien que salir de un cacicazgo familiar para caer en uno sostenido por esa organización sería saltar del sartén para caer a las brasas.

6. Los integrantes de Unidad por Coyomeapan que el 22 de agosto tomaron los edificios de la presidencia municipal, la comandancia de la policía, el Concejo Municipal y el Auditorio, no los vandalizaron. Por lo que pude ver, solamente cerraron las puertas de los edificios soldando las puertas. Documentos y mobiliario municipales, armas de la policía, paquetes electorales, patrullas de policía se encuentran dentro de esos edificios y no se les ha hecho daño.

¿Cuál es entonces la naturaleza del conflicto que hoy vive ese municipio? Se trata de una confrontación entre una comunidad que se ha rebelado contra un poder despótico al que califican de carácter caciquil. Los vecinos del municipio acusan a ese poder caciquil no solamente de autoritario y violento, sino también de corrupto e ineficiente. En efecto pude ver un drenaje que durante años ha vertido aguas fétidas y contaminantes sobre una de las calles de la cabecera municipal. También edificios inconclusos de un hospital y una sede universitaria que se han informado como concluidos en los informes de las presidencias municipales; tuberías de agua potable reventadas y abandonadas; una supuesta Casa de la Cultura que solamente ha servido como bodega para las despensas que se reparten en períodos electorales.

Pero hay otra causa que anima a los integrantes de Unidad por Coyomeapan además de no querer que los Celestino Rosas vuelvan al municipio: quieren que el/la próximo/a presidente municipal sea elegido bajo el régimen de usos y costumbres. En ese sentido el movimiento que hoy observamos en Coyomeapan es un genuino movimiento autonómico que además, según me lo expresaron, tiene en el municipio michoacano de Cherán un ejemplo a seguir.

Como también me lo expresaron y lo he podido constatar a lo largo de mis viajes a las comunidades rurales de México, “la gente es aguantadora y agradecida”. ¿Cómo pudo una comunidad rural pacífica y bondadosa terminar en un acto de desobediencia civil como el que ahora observamos? Fueron muchos los agravios que el sábado 23 de octubre vecinos y vecinas me relataron: una familia que hizo uso del poder municipal para enriquecerse; una gestión municipal ineficiente que profundizó las carencias de una población muy empobrecida; el surgimiento de grupos armados que funcionaban como escoltas de la familia y que efectuaron abusos de todo tipo; una policía municipal que se comportó de manera similar; realización de francachelas en las que se hacía participar a jovencitas; distribución de las adjudicaciones a las juntas auxiliares, solamente si se plegaban servilmente a la presidencia municipal.

El encarcelamiento de cuatro integrantes del movimiento y las órdenes de aprehensión contra 21 personas más del municipio, recuerdan el viejo procedimiento de fabricación de delitos propio de la judicialización de la represión. Dos casos me resultan representativos de lo que se expresa: los de las señoras Altagracia Zárate y Xóchitl Martínez Zarate. Madre e hija, son dueñas de establecimientos comerciales en pleno centro de la cabecera municipal. Mujeres honradas y trabajadoras por décadas, hoy se encuentran acusadas de haber robado un cajero automático que en efecto fue sustraído antes de 2018. Pude ver la instalación de paredes de cristal de lo que fue el lugar del referido cajero. La misma se encuentra en el portal de arcos de la presidencia municipal y en esquina opuesta a la comandancia de la policía. Resulta inverosímil que ambas mujeres sean las autoras intelectuales o materiales de semejante delito.

El viernes 22 de octubre un integrante del movimiento, Luis Fernando Espinoza, salió a buscar leña y fue atacado a balazos y machetazos por dos partidarios del cacicazgo que fueron plenamente identificados y que se dieron a la fuga. El agredido se encuentra en estado grave en un centro hospitalario. Urge una salida política al conflicto en Coyomeapan.

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