El presidente, Andrés Manuel López Obrador, descartó que la iniciativa de reforma eléctrica implique un alza del 65 por ciento en las emisiones de carbono del país, como lo dijo el Departamento de Energía de Estados Unidos, ya que operarán las hidroeléctricas.
En su conferencia de prensa matutina, recordó que con el esquema actual a las plantas hidroeléctricas de la CFE no se les considera energías limpias, por lo que son subutilizadas y se da preferencia a privadas en el despacho, a pesar de ser de las menos contaminantes y más baratas.
Aseguró que el estudio del Departamento de Energía, que además “prevé” un incremento del 54 por ciento en las tarifas, “no suena lógico, suena metálico”.
En ese sentido, dio a conocer que envió una carta a su homólogo Joe Biden, para fijar su postura por la lucha para la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, con el fin de detener el calentamiento global.
No existe “preocupación legítima” sobre reforma
Señaló que no existe ninguna preocupación legítima, como la posible fuga de capitales norteamericanos, respecto a la aprobación de la iniciativa, pues únicamente afecta a grandes empresas que, como Oxxo, pagan tres veces menos por la luz que una tienda de abarrotes.
Recalcó que con el esquema heredado por la reforma energética de 2013 las empresas son subsidiadas por el estado, no pagan la transmisión de la electricidad y tampoco el “refuerzo”, al ser intermitentes, es decir que no producen todo el día.
Expresó que garantizará que durante su sexenio no aumenten los precios de la luz, así como no lo han hecho las gasolinas y de la misma manera como se evita que incrementen las tarifas de gas, donde existe un problema pues el mercado es manejado por cinco empresas.
Cabe recordar que la reforma eléctrica propone cambios a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, con el fin de asegurar que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) maneje el 54 por ciento del mercado, además de que el litio sea propiedad de la nación.