Si México no retoma el control de su sistema eléctrico, estará a merced de los intereses extranjeros, por lo que el destino del país depende de la electricidad, sostuvo Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Energía (CFE).
Lo anterior, en su comparecencia ante las Comisiones Unidas de Infraestructura y Energía de la Cámara de Diputados, como parte de la glosa al Tercer Informe de Gobierno del presidente André Manuel López Obrador.
El funcionario inició su intervención destacando los logros de la empresa durante el último año, así como su apoyo durante la pandemia para controlar las tarifas de luz y su reacción a contingencias, como los apagones a inicio de año ante el corte de suministro de gas en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo, durante las tres rondas de preguntas de los diputados, las preguntas al director de la CFE se relacionaron principalmente con la reforma eléctrica que López Obrador envió a las Cámara de Diputados.
Bartlett Díaz sostuvo que, con la reforma constitucional propuesta a CFE tendrá más instrumentos para mantener tarifas bajas de electricidad, y evitará que empresas privadas las incrementen sin control.
En respuesta a quienes señalaron que la reforma energética de 2013 dejó a CFE el control de la Transmisión y Distribución, señaló que en los hechos son la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) establecen las tarifas y deciden quién se conecta.
Órganos reguladores toman facultades de Estado
Criticó que dichos organismos reguladores asuman “facultades estratégicas del Estado” cuando “no son responsables políticamente ni electos por los mexicanos”.
La reforma de López Obrador –hay que recordar– plantea que desaparezcan la CRE y el Cenace, para que sus facultades se concentren en la CFE.
También reiteró sus señalamientos contra las sociedades de autoabasto, pues “simulan tener socios a los que facturan la energía como clientes, en fraude a la ley. Además, permiten a los grandes consumidores del país usar las redes eléctricas sin pagarlas”.
En cuanto a los Productores Independientes de Energía, acusó que obtuvieron sus permisos con la condición de vender toda su energía a la CFE pero no están respetando el acuerdo, ya que empezaron a vender excedentes. Ambos –agregó– han constituido monopolios privados en el sector eléctrico mexicano.
Bartlett Díaz reiteró que la inversión extranjera no estaría en riesgo con la reforma eléctrica, ya que se les invitará a participar con 46 por ciento de la generación del país – solo que bajo las reglas del Estado Mexicano, para evitar abusos contra los consumidores finales que suceden siempre que los privados tienen el control total.
Además, en contra de las críticas a la CFE por producir “energía sucia”, señaló que la empresa genera la mayor parte de las energías limpias del país, 56 por ciento, y que está trabajando para migrar su parque de generación hacia fuentes renovables.