El presidente, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la reforma eléctrica, que busca dar preferencia a CFE sobre privadas, no contraviene el T-MEC, ya que, por el contrario, contribuirá a que lleguen más inversiones y garantizará que las tarifas no aumenten.
En su conferencia de prensa matutina, señaló que con la iniciativa México también contará con “ventajas comparativas”, es decir, con la capacidad de producir ciertas mercancías a precios más bajos que en otros países.
Lo anterior, ya que se ha señalado que la normatividad del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) impediría que se cancelaran contratos eléctricos con empresas privadas extranjeras, como lo postula la reforma.
Aseveró que “de no hacer nada” para modificar el esquema actual, herencia de la reforma energética de 2013, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quebrará y el mercado será manejado por la española Iberdrola.
Cuestionó que los medios de comunicación “no informen sobre lo que ocurre en España”, país donde dicha firma maneja la industria, lo que ha provocado alzas en los precios, afectando “no sólo a consumidores, sino a pequeñas y medianas empresas”.
Con reforma se evitarán apagones
López Obrador aseguró que la iniciativa, que plantea la modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales para dar el 54 por ciento del mercado a CFE, busca que no existan apagones, ni precios altos de la luz, protegiendo “la economía popular”.
Agregó que el objetivo es corregir “todo lo que se hizo de manera facciosa”, para beneficiar a un grupo, con la reforma energética de 2013, cuando gobernaba Enrique Peña Nieto.
Refirió que se informará a la población sobre el incremento de las tarifas desde que comenzó la “privatización” de la industria hace más de 30 años, lo cual “no tiene que ver con la competencia, sino con el vil saqueo”.
“Promiscuidad política”, reunión de PAN, PRI y PRD
El mandatario cuestionó la reunión entre los dirigentes de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) con el empresario opositor Claudio X. González, tachándola de “promiscuidad política”.
“Imagínense lo que pensarían el general Cárdenas, Adolfo López Mateos, incluso Gómez Morín, Maquío, ¿qué es esto?” preguntó el mandatario, en referencia a “referentes” históricos de los partidos tricolor y blanquiazul.
