En Chihuahua se encuentra una de las zonas arqueológicas más importantes del país, se trata de Paquimé, única por su construcción con tierra y su ensamble arquitectónico, siendo un bien de valor cultural inscrito desde 1998 en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Paquimé se encuentra en el desierto de Chihuahua, en las afueras de Casas Grandes, (a 280 kilómetros al suroeste de Ciudad Juárez). Hay dos caminos principales de acceso, uno de ellos parte de Ciudad Juárez y se une con la carretera que sale de Agua Prieta, Sonora. La segunda opción es por camino de cuota, sobre la carretera Chihuahua-Ciudad Juárez donde debe tomarse la desviación en el kilómetro 103, que conduce al poblado Ricardo Flores Magón.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) hacia el año 900 de nuestra era los pueblos del desierto llegaron a los Valles de Casas Grandes y fundaron un centro ceremonial que luego sería punto de encuentro en las rutas comerciales entre América del Norte y Mesoamérica. Llegaron cuando sus casas estaban semienterradas con techos de ramas y recubiertas con lodo. Formaron pequeñas aldeas de una docena de casas ubicadas cerca de los arroyos.
Primero mezclando agua y tierra los paquimenses construyeron las paredes de sus casas empleando madera para modelar los muros. Los techos eran de vigas y tierra apisonada. Construyeron más de mil cuartos para dar forma a Las Casas Grandes que llegaron a tener hasta cuatro pisos de altura.
El sistema hidráulico de Paquimé es uno de las instalaciones más importantes del complejo residencial, pues construyeron aljibes, canales, acequias, drenajes y laguna de oxidación de desechos, que atravesaban las Casas a través de muros y pasillos para el manejo del agua en la ciudad.
El simbolismo que Paquimé encierra tiene que ver con la reproducción de la vida, la fertilidad, el florecimiento y la muerte. También se mezclan elementos culturales provenientes de Mesoamérica y de los pueblos del desierto. Esto quedó plasmado con los montículos ceremoniales que aquí se encuentran; El juego de Pelota es un símbolo de la fertilidad. La serpiente y la guacamaya también.
Actualmente se pueden observar los muros expuestos a la intemperie de la construcción de un masivo arquitectónico de uso habitacional hecho de barro, empleando moldes de madera, ascendían en hileras formando muros que después cubrían con vigas y tierra apisonado. Al método usado para llevar a cabo la conservación de los vestigios de Las Casas Grandes lo denominamos “Aplanados de Sacrificio”; que consiste en recubrir los elementos originales mediante una capa del mismo material, tierra batida.
