*Por: Dra. María Guadalupe López Molina

Comparto esta reflexión sobre el regreso a clases en medio de la tercera ola de contagios por Covid y mientras estamos en un nivel de riesgo máximo. Este escrito pretende analizar críticamente y busca aportar a la reflexión, considerar diferentes perspectivas, y revisar algunas de las muchas ideas que se entremezclan.

En primer lugar, me parece que depende del nivel escolar y los recursos disponibles. Para ello es conveniente analizarlo desde tres perspectivas, la primera de ellas es la de los alumnos que no tienen disponibles los recursos suficientes para seguir su aprendizaje a distancia y es claro que educación a distancia no necesariamente implica Internet. Necesitamos garantizar la educación, principalmente en tiempos de crisis y esto implica que está en juego el presente y el futuro de una generación completa. Se puede pensar que muchos niños han perdido un año escolar y medio, porque a pesar de todos los esfuerzos que se han realizado no se aprende igual a distancia. Y es que simplemente no estábamos (ni creo que estemos) preparados para cambiar de modalidad presencial a modalidad a distancia en una semana. Y es necesario abordar esta modalidad desde diferentes niveles de recursos que siempre son limitados. Me refiero a que obviamente no en todas las familias tienen una computadora o una Tablet o un celular para cada integrante de la familia. Hay que considerar también que el costo de la conexión a Internet no es muy económico. Pero también hay que recordar que la educación a distancia no inició con las computadoras, se hace desde mucho antes e implica un muy buen diseño de los materiales de estudio en los que los alumnos deben ocuparse desde casa. Y no podemos olvidar que muy probablemente los padres de familia deben salir a trabajar y no hay con quién se queden los hijos pequeños, o no hay quien los acompañe durante este proceso de aprendizaje. Es una diferencia importante, como se mencionaba, la edad del estudiante. Eso nos llevaría a pensar en regresar a la escuela, pero esto tiene asuntos en los que pensar. Como probablemente hemos experimentado los que somos padres de familia, no todos los padres son suficientemente responsables para no llevar a sus hijos a la escuela si se sienten mal. Prueba de ello es lo que ha sucedido en las escuelas desde hace años donde los niños se contagian de alguna enfermedad por uno de sus compañeros. A pesar de que se ha planeado realizar un filtro, puede darse el caso de que el filtro no identifique el caso suficientemente pronto. Y es punto menos que imposible vigilar a los niños todo el tiempo para que utilicen el cubrebocas, no se acerquen a otros niños y en fin sigan todas las precauciones.

Una segunda perspectiva que es la de las familias en las que alguna persona puede acompañar en su aprendizaje desde casa al estudiante ya sea que disponen del hardware necesario para la conexión a un aula virtual o bien han conseguido materiales de estudio a distancia. Es claro que esta es una minoría de las familias. En este caso lo que hay que cuidar asuntos como la sociabilización y humanización.

Adicionalmente en este momento se tiene la opción de escoger estudiar de manera presencial o a distancia, pero se tiene previsto que será obligatorio regresar al modelo presencial en un tiempo muy corto. En cualquiera de los dos casos será necesario un periodo de diagnóstico a los alumnos y de fortalecimiento de los aprendizajes de todas las asignaturas, no solo de matemáticas y lectura, y seguramente serán necesarios procesos de compensación integrales.

La tercera perspectiva es la de los maestros, quienes en su mayoría están vacunados, pero no están libres de riesgo, porque claramente es posible volver a contagiarse. Debido a que la educación es considerada una actividad esencial ellos no pueden elegir. Se requiere la participación presencial de todo el personal para atender a los alumnos y garantizar su derecho a la educación.

Por otra parte, parece haber escuelas que todavía no tienen las condiciones de seguridad e higiene mínimas para operar ¿Es mejor que los alumnos vayan ahora que esperar a que pase la peor parte de esta tercera ola y las escuelas estén listas?

Finalmente, estamos a un par de semanas del inicio de las clases presenciales. Más pronto que tarde sabremos si se incrementaron los contagios entre los niños en edad escolar y cuáles fueron las consecuencias de las decisiones que cada familia tomó.

*Licenciada en Ingeniería en Sistemas Computacionales por la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), Maestra en Ciencias de la Computación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en Docencia Universitaria por la Universidad Iberoamericana Puebla. Cuanta con Doctorado en Planeación Estratégica y Dirección de Tecnología por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep). Actualmente es académica de tiempo del Departamento de Ciencias e Ingenierías de la Ibero Puebla. Participa en proyectos de investigación y desarrollo tecnológico relacionados con Inteligencia Competitiva y con la Gestión e Innovación Tecnológica.

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