Iberdrola: atraco en despoblado// Buitre con principios éticos// Consumidores desamparados
Carlos Fernández Vega en su columna México SA, publicada en La Jornada, indica que los españoles de a pie ya no sienten lo duro sino lo tupido por el constate cuan brutal aumento de las tarifas eléctricas, que mes tras mes rompen récord sin visos de que se vaya a revertir. Al contrario, las empresas privadas (que todo el día cacarean que trabajamos para tu bienestar) dedicadas a estos menesteres han rebasado toda proporción, entre ellas destaca una que llegó a México con la cínica promesa de modernizar el sistema eléctrico nacional y favorecer a los consumidores. Se trata, obvio, de Iberdrola, trasnacional gachupina que aquí obtiene jugosas ganancias gracias a los contratos leoninos (subsidios incluidos) que les otorgaron Borolas y Peña Nieto.
Los mexicanos saben de qué se trata, pero la crónica de Armando Tejeda, corresponsal jornalero en España, es más que ilustrativa: “María del Rosario Quelez es voluntaria en un banco de alimentos desde hace tres años y su diagnóstico es diáfano sobre el aumento de la pobreza y el riesgo de exclusión social a raíz de la escalada histórica en el precio de la energía eléctrica en España: Lo vemos todos los días, familias que prefieren hacer las colas en nuestros centros para recibir una bolsa de comida antes que utilizar sus electrodomésticos para cocinar en casa. El precio de las cosas, no sólo de la luz, también del agua, de los servicios, de la gasolina, está provocando auténticos estragos en el tejido social.
Ante la pasividad de un gobierno fracturado y sin un plan para atajar la crisis, el precio de la luz en España superó por tercera vez en menos de tres meses su máximo precio, al alcanzar 122.7 euros (alrededor de 2 mil 924 pesos mexicanos) por megavatio, lo que se traduce en que poner una lavadora, una lavavajillas, el aire acondicionado o un ventilador en casa cuesta más del doble de lo que se pagaba hace sólo un año
AMLO-CNTE: adelantar batallas
Julio Hernández López en su columna Astillero, publicada en La Jornada de San Luis, indica que el presidente de la República aprovechó que una protesta de grupos ciudadanos constituida sobre todo por miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) cerrara el paso a su camioneta en Tuxtla Gutiérrez el viernes pasado para desatar una abierta confrontación con la dirigencia estatal (y también de Michoacán) de ese movimiento magisterial.
A partir de esa mañana en que durante dos horas se mantuvo a las afueras de la zona militar de Tuxtla Gutiérrez, donde tenía programado desahogar una reunión de seguridad y, luego, la tradicional conferencia de prensa, el presidente López Obrador ha sostenido críticas duras a los liderazgos de la corriente magisterial no oficialista, a la vez que esta ha mantenido valoraciones igualmente rudas hacia la Presidencia de la República, repitiendo los bloqueos a la Primera Suburban del País (1aSP) en los dos días subsecuentes.
En sus acciones y alegatos, cada contendiente tiene una parte de razón pero, en el fondo, ambos corren el riesgo de registrar pérdidas que sus reales adversarios ya están paladeando. Como suele suceder cuando se rompe una ilusión o un proyecto compartido (la CNTE es y ha sido de lo que se llama izquierda, con vocación electoral individual a favor de AMLO), las declaraciones y señalamientos llevan una carga de despecho y buscan herir o echar sal en las heridas del ahora contrincante circunstancial.
La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Todo mal. En Campeche, el gobernador Carlos Miguel Aysa insiste en el regreso a clases presenciales, a pesar de la alta tasa de contagios por la pandemia de covid-19 y de que el 80% de los profesores está en contra de la decisión, argumentando que lo más importante es cuidar la salud de los estudiantes. El Frente de Servidores Públicos al Servicio de la Educación y la CNTE ordenan que continúe la educación vía digital hasta que se reúnan las condiciones de salud, pero el mandatario no escucha. El gobernador terminará su gestión, además, con una demanda, pues ha sido incapaz hasta de pagarle a proveedores que pavimentaron las calles. Y si a esto sumamos el incremento de la deuda pública en la entidad… Pero eso es otra historia.
2. Por la mejor salida. Uno de los procesos que se ha complicado para la Secretaría de Bienestar es la licitación para contratar el Servicio Administrado de Infraestructura del Centro de Datos. Participan tres consorcios y ya una primera licitación se declaró desierta por supuestas irregularidades en la documentación de los postulantes. El equipo de Javier May Rodríguez, titular de la secretaría, está muy pendiente, pues funcionarios aseguran que el proceso nuevamente está comprometido; que Axtel tiene múltiples fallas en su propuesta y que los otros dos contendientes, Kio Networks y Triara, se beneficiaron con el replanteamiento de las bases de la licitación. Que todo sea nítido y transparente, sin marrullerías, es la prioridad de la secretaría. Jueguen limpio.
3. Efecto Bronco. Colectivos de búsqueda de personas en Nuevo León aseguraron que en la entidad hay más de 5 mil desaparecidos y se han localizado 7 campos de exterminio. Los familiares de víctimas protestaron en pleno centro de Monterrey, donde colocaron los nombres de 300 desaparecidos. De cara a la próxima administración, encabezada por Samuel García, los activistas demandaron que se coloque este tema en la agenda de prioridades. “Es imposible que en un estado con 5 mil personas desaparecidas, la desaparición no forme parte de la agenda prioritaria de gobierno”, sostuvo Ana Luna Serrano, directora de Cadhac. ¿Y Jaime Rodríguez, el gobernador, por qué tan callado?