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Abdala quiso ser gobernador de la 4T y acabó alejado de todo el universo de Morena

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que aunque aparentemente Rodrigo Abdala Dartigues ha logrado un ascenso en el gobierno federal, se va de Puebla en medio del absoluto fracaso y enfrentado o ignorado por la mayoría de los actores de la 4T en el estado. Sus fallas iniciaron desde que no logró alcanzar una candidatura a un cargo de elección popular hace tres años, luego continuaron cuando no pudo o no quiso armar la estructura electoral de Morena en 2018 y, a lo largo del último trienio, fue un fiasco en su desempeño de hacer funcionar la política social de la administración lopezobradorista.

Su buena estrella todavía brilló en 2018, al ser el principal beneficiario de la política de austeridad de la 4T que desapareció todas las representaciones del gobierno federal y concentró la toma de decisiones en un solo delegado, o mejor dicho en un super-delegado, que en este caso fue Rodrigo Abdala que parecía tener todo para convertirse en una especie de vicegobernador de Puebla.

Al final ocurrió todo lo contrario: en los 38 meses en que fungió como coordinador del gobierno federal, se volvió un funcionario ausente, silencioso y errático.

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La interlocución

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que lo que para el común denominador la reelección y, sobre todo, la forma en la que la concretan los actuales dirigentes de los partidos opositores representa un descarado acto de gandallez, hay que analizarla desde otro enfoque.

Sí, el de la interlocución con un gobernador, Luis Miguel Barbosa, quien en septiembre y octubre dispondrá de todas las fichas de poder, en el legislativo y alcaldías.

Sus adversarios están reducidos a su mínima expresión, al interior de la 4T, por lo que ya no habrá que buscar otros interlocutores dentro y fuera de Puebla, más que a Barbosa Huerta.

Con él se arregla o desarregla todo. Eso lo saben los líderes de los partidos, quienes con la sola posición legislativa que tendrán (unos diputados locales Néstor Camarillo, PRI; Jaime Natale, Verde Ecologista; y Fernando Morales, Movimiento Ciudadano; y Genoveva Huerta, del PAN, como diputada federal) no bastará para mantener la interlocución con el mandatario poblano.

Requieren, sin duda, sostener las riendas de sus partidos para impedir que otros actores los desplacen de los acuerdos y negociaciones que vendrán con intensidad, en las próximas semanas.

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La rendición de Anaya

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que el tema pasa por lo legal, por supuesto.

Y según panistas como Ernesto Cordero o Javier Lozano, aquí hay mucha tela de dónde cortar.

Hay que recordar que estos panistas fueron los primeros en encender los focos rojos sobre las supuestas actividades ilícitas de quien fuera candidato presidencial del blanquiazul en el 2018.

También el presidente Peña y el sistema de procuración de justicia en ese sexenio, tuvieron algo que decir al respecto, al abrirle a Ricardo Anaya un proceso legal por supuestas operaciones de lavado de dinero.

Sin embargo, a pesar de estos antecedentes, el anuncio de su salida del país- intentando medirse el traje de perseguido político- pareciera deberse más a cuestiones internas, en el contexto de los relevos que inminentemente se darán de cara a las próximas coyunturas electorales que enfrentará su partido y en general la oposición nacional.

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Y Abdala dio el salto

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que después de muchos días en que se especuló sobre su renuncia y se anunciaba la posible llegada de Claudia Rivera, Fernando Manzanilla o algún otro político de la 4T, el día de ayer se oficializó la salida de Rodrigo Abdala de la Delegación del Bienestar.

En este paquete de movimientos, también se reveló el nombramiento de la nueva delegada, Vida Inés Vargas, una mujer cercana al propio Abdala y quien ya formaba parte de la delegación en Puebla.

Con este anunció, que adelanté la tarde de ayer a través de mi cuenta de Twitter, se confirman dos cosas, la primera, que Abdala se encuentra en los afectos del inquilino de Palacio Nacional, de ahí que irá a la capital del país para dirigir la Unidad de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Bienestar a nivel federal.

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