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Cartas a Gracia

“Dejen que los niños

vayan a clase normal,

los llevan a piscina y a centros comerciales,

también llévenlos a la escuela”

mensaje que circula en Twitter

Me cuentas que quisieras descansar de tantas ocurrencias de última hora y, entre ellas, consideras a los programas que carecen de un sentido pedagógico en beneficio de niñas, niños y adolescentes; pero, que les obligan a la entrega de reportes y cuadros de estadísticas que deben llenar y corregir, en la medida en la que los mandos medios de la SEP deben satisfacer las ocurrencias de sus jefes. Entregas que solo incrementan el trabajo de escritorio que tú, lo mismo que tus compañeras y compañeros maestras y maestros, realizan fuera del horario pactado en el contrato de trabajo y que le roban tiempo a la atención que deben prestar a sus hijas e hijos, a las horas dedicadas a las labores domésticas o incluso al merecido descanso.

A esos espacios de trabajo no pagado que realizan las y los docentes, sumas declaraciones ambiguas que, sobre el posible retorno a clases presenciales, realizan autoridades de salud y de educación; entuertos que solo generan irritación y malos entendidos entre madres y padres de familia, a quienes ustedes -que se desempeñan frente a un grupo- deben atender aunque sea por teléfono o por video llamada, y sin tener una respuesta certera que ofrecerles, puesto que el personal docente se encuentra al margen de las decisiones de política pública, como tu bien acotas.

Innegable pero no falta quien pregunte, aún en días de receso escolar: ¿En serio miss, en serio profe, ahora sí vamos a regresar a clases presenciales?

Cuestionan, sin importar que estén a favor o en contra de las clases presenciales y no son pocas las personas que consideran que les están dando atole con el dedo; a pesar del anuncio del ejecutivo federal que excluye de la disposición a quienes ejercen la patria potestad y no quisieren exponer a sus menores vástagos. La falta de certeza a la que aludes, tras casi 17 meses de encierro forzoso, generaría que muchas madres y no pocos padres de quienes tienen a sus hijas e hijos en algunos colegios particulares, se nieguen a comprar uniformes útiles escolares complementarios, ya que los que adquirieron al inicio del ciclo escolar 2020-2021, no se usaron, mientras que un buen número de los que los tienen en escuelas públicas, se opondrían rotundamente a la entrega de las cuotas voluntarias que deben aportar de manera obligatoria, por la misma razón.

La definición de política educativa que abriría las escuelas a partir del 30 de agosto provendría del titular del ejecutivo federal, quien de paso corregiría el “se mantienen a la expectativa” que días antes pronunciara la jefa del despacho educativo.

El esclarecimiento Gracia, se acompañaría de instrucciones precisas para regresar a clases presenciales “a finales de agosto” (shorturl.at/hioA0), reglas que obligarían de manera diferenciada a diversos actores del quehacer educativo, pues mientras que quienes ejercen la tutela de niñas, niños, adolescentes y jóvenes gozarían de discrecionalidad; el personal directivo, docente, de supervisión y los miembros de la casta dorada, asistirían de manera obligatoria a los recintos escolares y a sus oficinas administrativas, presencia que debería reflejarse tanto en regularizar las actividades docentes como en desatorar los asuntos pendientes y prestar una mejor atención a las y los menores y a las y los usuarios de servicios que les llevaría a regularizar los productos que dependen de ellos. Conllevaría, además, una crítica para aquellos que buscan excusas para el retorno a sus centros de trabajo: “no debe ser ese el pretexto” y anunciaría “que ya hay un plan para mejorar la situación de los planteles educativos del país con recursos provenientes del programa La Escuela es Nuestra” (shorturl.at/goJLZ), mismo que “seguirá ayudando a darle mantenimiento a los planteles educativos” y en el que están inscritas uno de cada cuatro escuelas públicas ubicadas en zonas vulnerables, las que tendrían acceso -por ciclo fiscal- a 6 de 12 mil millones de pesos pues su presupuesto se comparte con el desaparecido programa Escuelas de tiempo Completo; cuestión que explicaría el llamado a madres, padres de familia y tutores para que auxilian en la apertura de las escuelas.

De paso y en Veracruz de la Llave, el titular del ejecutivo federal mostraría atención a sugerencias de organismos internacionales, aportaría datos que equiparan a México con Bangladesh; con quien de acuerdo al de la voz, se compartiría el récord de “país que más tiempo lleva con las escuelas cerradas y esto no es bueno”, al tiempo que solicitaría que no se confíen ante el rebrote del Covid-19.

La definición está tomada Gracia y, ahora, sabes y con mayor certeza, que el 30 de agosto se reabren las escuelas para que las y los menores que quisiesen asistir y tuviesen la anuencia de los mayores en casa, lo hagan y de paso la burocracia -que podrían entorpecer esta medida-, reflexione y haga su trabajo, ya que contaría con un tiempo limitado pero suficiente para dejar las escuelas en las mejores condiciones posibles. Mientras tanto, todo parecería indicar que “Pésele a quien le pese” incluida la CNTE, en 35 días, a partir del día lunes 26 de Julio, se reabrirían las escuelas.

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