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Por si los ataques verbales en contra de periodistas, intelectuales, escritores y críticos del régimen autoritario que caracteriza al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fueran poco, esta semana, como todo un “reality show” se inauguró una nueva sección en “La Mañanera”: “Quien es quien en las mentiras de la semana”.

Usando todo el aparato del Estado mexicano y los medios de comunicación que reproducen sin análisis los dichos del primer mandatario, Ana Elizabeth García Vilchis, diputada local suplente de Puebla, lanzó las primeras descalificaciones en contra de medios como El Universal, El País, Forbes México y columnistas como Javier Tejano, Carlos Loret de Mola, entre otros.

La libertad de prensa y expresión es un derecho consagrado en la Constitución que no puede estar sujeto a la censura, tal vez a responsabilidades conforme lo marca la Ley, pero no a la supresión como pretende el Gobierno de México en busca de instaurar un nuevo régimen, dirigido a la inexistencia de libertades de conciencia, como el derecho de la sociedad a informarse.

La insistencia en denostar a la prensa mexicana e internacional por “presentar noticias falsas” tiene un fin: el estigma.

Los personas que han sido estigmatizadas son devaluadas, rechazadas, sufren discriminación, insultos e incluso en casos más extremos son asesinadas, en pocas palabras, se convierten en grupos sociales menospreciados.

Realizar generalizaciones que son equivocadas sobre personas o grupos (prensa vendida, sicaria o fifí), categorizar y etiquetar las apariencias (neoliberales), burlarse, criticar, rechazar la diversidad individual, vincular a un grupo o persona con hechos y actos negativos (fake news) son algunos factores que producen el estigma.

Dicha palabra es de origen griego y básicamente es una marca física hecha por el fuego con algún objeto de hierro que permanece. El término teórico en sociología logra un estatus por el análisis de Erving Goffman con base en un proceso psicosocial que se le conoce como “categorización social”.

Los medios de comunicación y periodistas entonces están siendo categorizados como mentirosos y calumniadores ante la opinión pública, esto, después de tres semanas de ataques verbales sin cesar contra la clase media porque se informa en los medios, un trato injusto cuando el presidente de México ha realizado 58 mil 181 afirmaciones falsas del 3 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2021, 88 en promedio al día, de acuerdo con un análisis de la consultora política SPIN.

Los ataques a la libertad de prensa y expresión continúan, ahora con el interés primordial de estigmatizar un derecho fundamental a través quien la ejerce.

@MaritzaMena7

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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