En el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción 2021, México obtuvo un puntaje de 4.25, ubicándose en el lugar 11 de Latinoamérica, por lo que perdió posiciones respecto a la edición 2020 cuando ocupó la casilla ocho con 4.55 puntos.
El país con mayor puntuación en dicho índice correspondiente a 2021 es Uruguay (7.80 sobre 10), seguido por Chile (6.51), Costa Rica (6.45), Perú (5.66), Argentina (5.16), Brasil (5.07), Colombia (4.81), Ecuador (4.77), Panamá (4.55), República Dominicana (4.38), México (4.25), Paraguay (4.08), Guatemala (3.84), Bolivia (2.43) y Venezuela (1.40).
El estudio denominado El índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC). Evaluando la capacidad de América Latina para detectar y castigar y prevenir la corrupción, fue elaborado por el Consejo de las Américas.
De acuerdo con este análisis, fueron evaluadas tres categorías: en las que las calificaciones de México fueron 3.82 de 10 puntos a ganar en capacidad legal, 4.08 en democracia e instituciones políticas y su mejor desempeño lo tuvo en sociedad civil y medios de comunicación con 6.35.
Añadió que la puntuación de México descendió un 8 por ciento en la categoría de capacidad legal, donde ahora está situado sólo por delante de Venezuela y Bolivia en la variable que mide la independencia del fiscal general.
Puntualizó que a la fecha el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) no se ha puesto en marcha, e incluso ha sufrido importantes recortes presupuestarios como parte de las medidas de austeridad.
Todo esto contribuyó a un descenso del 13 por ciento en la variable que evalúa la independencia y la eficacia de los organismos anticorrupción.
Al país le fue mejor en la categoría de sociedad civil y medios de comunicación, donde México ocupa el quinto lugar en la región. La movilización de la sociedad civil contra la corrupción sigue siendo fuerte, registrando más de 2 puntos por encima de la media regional, sólo detrás de Uruguay.
Finalmente, México también experimentó aumentos en las dos variables que miden el uso de las comunicaciones digitales y las redes sociales y la calidad de la prensa.
