En medio de la contingencia sanitaria, ladrones de teléfonos celulares han implementado una nueva forma de robar: interceptan a ciudadanos en la calle con modelos de dispositivos recientes y los acusan de ser ladrones de equipos, hostigándolos de tal manera hasta obligarlos a entregar sus pertenencias.
Un hecho así fue denunciado en Acatlán de Osorio, el pasado domingo, cuando en el parque de San Luis, una pareja de jóvenes jugaba Pokémon Go en equipos valuados en más de 7 mil pesos cada uno.
Al pasar por un puesto de gelatinas y “bolis”, se toparon con dos sujetos que se habían acercado a comprar, pero siguieron su camino, sin embargo, uno de los hombres los siguió tres cuadras para “exigirles” que devolvieran su teléfono celular, pues -afirmó- albañiles que estaban en la zona le dijeron que ellos lo habían tomado.
Ante dicha acusación, una de las víctimas se mostró dispuesta a ayudar al hombre, pero dejó en claro que no había robado nada, en tanto, el sujeto insistió en que debían acompañarlo al sitio de los hechos para “aclarar la situación”.
La víctima le pidió el número supuestamente robado para llamar y tratar de localizarlo a través de Google, a lo que el acusante dio un número que no existía, por lo que los jóvenes decidieron seguir su rumbo, pero el hombre los siguió hostigando.
Por ello, la pareja decidió trasladarse hasta la comandancia municipal pues comenzó a temer ser víctima de un delito; allí el juez interrogó a los involucrados, pero en el sitio, el acusador dio un nuevo número de teléfono que sí existía, pero nunca contestó, por lo que terminó por deshacer los cargos en contra de los chicos.
Es necesario señalar que debido a la contingencia por el Covid-19, la movilidad disminuyó, así como los delitos de robo a transeúnte y en autobús, pero los delincuentes siempre encuentran formas nuevas de cometer fechorías.