Economías de México, Turquía y Chile, de las más mermadas tras Covid
Economías de México, Turquía y Chile, de las más mermadas tras Covid. Foto: Especial
Economías de México, Turquía y Chile, de las más mermadas tras Covid
Economías de México, Turquía y Chile, de las más mermadas tras Covid. Foto: Especial

En México 6 de cada 10 habitantes perdieron su trabajo o su negocio tras la pandemia, como consecuencia de esta pérdida de ingreso, 66.1 por ciento reportó estar sufriendo algún tipo de dificultad financiera, en esta situación también se encuentran familias de Turquía y Chile.

Asi lo dio a conocer la encuesta anual titulada “Risks that matters”, levantada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre 26 de sus 38 países miembros.

El 66.1 por ciento de mexicanos, chilenos y turcos que aseguraron estar pasando carencias económicas como consecuencia de la emergencia sanitaria por Covid-19, contrasta con el 31 por ciento que arrojó la media de los países miembros de la OCDE.

Los resultados de esta encuesta muestran que 26.4 por ciento de los mexicanos han dejado de pagar algún gasto corriente, consecuencia de la pérdida de ingresos. Esta proporción está lejos del 10 por ciento que reconoció haber fallado en algún compromiso de gasto corriente en el promedio de los países OCDE.

Añadió que el 18.7 por ciento de los mexicanos consultados ha tomado una deuda adicional o utiliza el crédito para responder a su gasto corriente, contra 7.3 por ciento que tomó esta alternativa en la media de los países miembros.

Los mexicanos sólo son rebasados por los hogares de Turquía donde 23.8 por ciento admitió estar viviendo con algún tipo de financiamiento para solventar su gasto corriente.

Finalmente el 40 por ciento de los mexicanos reconoció que han tomado dinero de sus ahorros y han tenido que vender algún activo para solventar esta situación económica que ha dejado la pandemia. Esta proporción es más del doble del 17.8 por ciento que tomó la misma alternativa en el promedio de los países de la OCDE.

LGG

Fuente: El Economista

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