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No se da abasto el IEE para revisar y validar documentación de candidatos

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que un trabajo que viene complicándose por la ausencia de personal calificado y capacitado y la contratación de recomendados que a veces ni siquiera se presentan a las oficinas del Instituto Electoral del Estado (IEE), es la revisión de documentos de las fórmulas de candidatos a diputados locales y de las planillas de regidores y síndico en los 217 municipios de la entidad.

Esta situación ha metido al personal operativo del IEE en una estrés impresionante, pues el trabajo no sale y el tiempo para validar o rechazar los registros de los 13 partidos que participan en los comicios locales vence el lunes 3 de mayo.

El malo de esta película de suspenso y terror es el secretario ejecutivo del IEE, César Huerta Méndez, por no haber previsto el cúmulo de trabajo que tendría la Dirección de Prerrogativas y Partidos Políticos (DPPP), por no haber contratado y capacitado aunque fuese de manera eventual al personal necesario para revisar miles de expedientes, y por suponer que esta labor podría sacarla adelante echando mano de los empleados de otras Direcciones del Instituto en detrimento de sus propias tareas y funciones.

A esta situación se suma que el secretario ejecutivo tiene un grupo de consentidos, conocidos como Los Ninis, que además de ganar más que el resto del personal, pues hace poco fueron retabulados con mejores sueldos y prestaciones, no están apoyando a sus compañeros en la revisión y validación de expedientes de candidatos, pese a la enorme carga de trabajo que tienen.

Entre los llamados Ninis del Instituto destacan Marlise Ashbel Xolot, quien según datos del portal del organismo funge como jefa de Oficina ganando al mes 14 mil pesos, pese a que desde hace un año no hace pie en las oficinas del Instituto; Lilia Patricia Córdova, quien tiene el cargo de subcontralora con un sueldo de casi 40 mil pesos mensuales; y Alán David De la Rosa, jefe de Departamento de la Contraloría, con sueldo de casi 25 mil pesos.

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El peñismo ve a Eduardo Rivera como su tabla de salvación en Puebla

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que los sobrevivientes del gobierno de Enrique Peña Nieto –que no han tenido que huir al extranjero– se están reagrupando e intentando construir un bloque que les permita controlar el PRI los próximos tres años, influir en la sucesión presidencial de 2024 y ganar espacios políticos en el país. Es una corriente que es encabezada por Miguel Ángel Osorio Chong, el exsecretario de Gobernación, y por José Murat Casab, exgobernador de Oaxaca y quien actualmente mueve los hilos del tricolor.

Lo interesante es que los peñistas para el caso de Puebla no han encontrado una figura en el PRI que le permita a dicha corriente tomar el liderazgo del partido y revitalizar al tricolor.

Por eso la tabla de salvación para los peñistas es ahora un connotado panista: Eduardo Rivera Pérez, quien obtuvo su tercera postulación para ser alcalde de la ciudad de Puebla, cargo que ya ejerció entre 2011 y 2014.

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Las mentiras de Biestro

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que apenas hace tres años Gabriel Biestro era el presidente estatal de Morena y bajo su dirigencia se designaron muchas candidaturas por el famoso método de encuestas.

Desde entonces, en Intolerancia Diario cuestionamos si estos ejercicios demoscópicos realmente se realizaban y en más de una ocasión pedimos que se transparentara cuáles eran sus características.

La opacidad en las encuestas patito era un tema por demás conocido, un secreto a voces que Gabriel Biestro negó en incontables ocasiones.

Pero algo cambió. Él se hizo diputado plurinominal y quiso ser alcalde de Puebla, mas cuando las mismas encuestas que él tantas veces defendió no le beneficiaron, entonces comenzó a escupir para arriba.

Ahora cuestiona las encuestas, peor aún, sostiene que el famoso método de selección de candidatos es falso, que Morena mintió y traicionó a los militantes y que siguiendo las prácticas más rancias de la política aplicaron el clásico dedazo para colocar a quienes prefieran en los puestos clave.

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