biografia-columnista-Carlos-Figueroa-Ibarra

Convencido en su idealismo solipsista que argumentaba que la realidad objetiva no existía, el filósofo irlandés George Berkeley (1685-1753) afirmó que “Ser es percepción”. Esto que en términos de la relación espíritu-materia puede ser hoy considerado un disparate, resulta ser de gran sabiduría en lo que se refiere a la política. La percepción en política se vuelve parte de la realidad objetiva y resulta ser un elemento positivo o negativo para los actores políticos según sea buena o mala para ellos dicha percepción. Esto es independiente de que dicha percepción corresponda a la realidad o no. Por eso la realidad a veces se vuelve secundaria en política. Recuerden ustedes como en 2006 la derecha neoliberal fue relativamente exitosa en difundir la percepción de que Andrés Manuel López Obrador era “un peligro para México”. Y reitero lo de relativamente exitosa, pues pese a que la negativa percepción fue ampliamente difundida y medianamente creída, el sistema tuvo que hacer fraude para imponerse en aquel año. En cambio en 2018, la percepción generalizada fue que Andrés Manuel encarnaba la posibilidad de desterrar la corrupción y las políticas lesivas a los intereses populares. El resultado fue una victoria con 30 millones de votos y el 53 por ciento de los sufragios.

Expreso este preámbulo porque existe una percepción generalizada en el interior de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en el sentido de que ya existe una candidatura oficial para suceder al Rector Alfonso Esparza cuando éste concluya su mandato en octubre de 2021 Cualquiera que sea observador medianamente atento del acontecer de nuestra máxima casa de estudios, podrá advertir que el aparato administrativo ha empezado a moverse a instancias de los operadores políticos de más alto nivel para promover la imagen de una estimable académica como experta en un tema de gran interés en este momento cual es el de la pandemia de Covid-19. La referida académica ha aparecido unas setenta veces en distintos medios periodísticos y ha impartido unas 15 conferencias sobre la Covid-19 en diferentes unidades académicas de la BUAP. En Radio BUAP y en TV BUAP se han difundidos spots publicitarios con su imagen y en diversas paginas universitarias no es raro ver aparecer una foto de ella. También se difunden imágenes de ella no solamente como científica sino como corredora y deportista. Dependencias universitarias han emitido boletines para los distintos medios de comunicación anunciando las actividades de difusión que ella está realizando. Es obvio que ya hay un equipo especializado que está promoviendo su imagen.

En tanto el Rector Esparza no siguió el camino de sus predecesores de irse antes de tiempo a un cargo público o a una competencia electoral, será una figura central para que los distintos comicios que ya se han empezado a realizar, no repitan los dados cargados que son característicos de los procesos electorales en la BUAP. Es sabido que el Rector ha prometido “piso parejo” a los actores que le han manifestado intenciones de ser candidato/as a la Rectoría en el proceso que se realizará en el mes de septiembre. Esta loable postura al parecer no ha sido seguida por los diversos operadores en distintas unidades académicas y esto ya ha empezado a percibirse en las elecciones a los Consejos de Unidad Académica. Esperemos que el rumbo se corrija en las próximas elecciones para Director/a de Unidad académica y las elecciones para el Consejo Universitario, porque si no lo hace se estarían violando tiempos electorales por hacer campaña antes de que salgan las convocatorias. Lo que suceda en dichas elecciones será un indicio de lo que acontezca en las elecciones para el cargo de Rector/a. Desde ya podemos decir que se observan fallas en los procesos de registros de candidaturas, en el envío de las cuentas de correos institucionales para que los estudiantes y profesores-investigadores puedan votar además de que las claves de validación para las votaciones en línea no siempre funcionan. La corrección de estas fallas es cardinal en tanto que los procesos electorales más próximos serán virtuales. Es muy importante que el aparato institucional se mantenga al margen de los procesos electorales para evitar el uso de recursos institucionales que induzcan el voto a favor de una candidatura. Es muy importante también que se destierre el temor que ya existe con respecto a un fraude electrónico. Finalmente, el asunto por donde empezamos: las autoridades centrales deben tomar medidas que desvirtúen la percepción de que ya hay una candidatura oficial y que el aparato se está moviendo para hacerla triunfar.

Si esto no sucede, pese a la promesa no habrá piso parejo en la BUAP.

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