El 63 por ciento de los niños en México tiene alguna carencia, mientras que, en poblaciones indígenas, la cifra asciende al 88 por ciento, comentaron en la Universidad Iberoamericana (Ibero) de Puebla.
Durante un foro de la celebración de la primera semana de los derechos de la niñez organizado por la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de Puebla, en colaboración con el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie) de la Ibero, un panel integrado por expertos y niños reflexionaron sobre el trabajo infantil, la infancia indígena, los menores sin hogar, la seguridad del internet y la cultura de paz.
En su participación, Tania Sabugal Torres, especialista en educación, señaló los principios que rigen los derechos de la niñez: seguridad, identidad, entorno familiar y educación, resaltando que México cuenta con la Ley General de Los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, así como una legislación particular a nivel estatal.
Al respecto, la especialista en el tema de trata de personas de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc), Mónica Lara Pérez, comentó que las vulnerabilidades impactan de mayor manera a las niñas, quienes ven limitado su desarrollo al recibir imposiciones de labores domésticas y de cuidado.
Agregó que el matrimonio infantil continúa como una de las mayores preocupaciones a nivel internacional, donde se pone en riesgo la salud física, sexual y psicoemocional de las menores.
En tanto, Erin Yaretzi, de 6 años, habló acerca de las restricciones que sus papás le imponen en el uso de dispositivos electrónicos para navegar en internet; posteriormente, la menor, Nikté relató algunas experiencias de discriminación racial y de género que ha vivido con sus padres e invitó a los asistentes a manejarse en un ambiente de respeto hacia las diferencias.
En el cierre, Saraí Santiago Rodríguez, directora de educación indígena de la SEP en Puebla, celebró que las infancias indígenas tienen acceso a espacios de libertad y entendimiento, donde se estimula el respeto entre padres e hijos y la defensa de la naturaleza.
Editado por Alexis Lira Reyes