En reforma de 1961, universitarias de BUAP líderes en movimiento
En reforma de 1961, universitarias de BUAP líderes en movimiento. Foto: Boletines BUAP
En reforma de 1961, universitarias de BUAP lideraron movimiento
En reforma de 1961, universitarias de BUAP lideraron movimiento. Foto: Boletines BUAP

El papel de las mujeres en el movimiento de la Reforma Universitaria de 1961, donde estudiantes de la BUAP exigieron el carácter laico de la educación superior, así como la autonomía, fue de liderazgo, al convertirse en voceras y participantes activas del movimiento liberal.  

Así lo destacó Gloria Tirado Villegas, historiadora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, quien señaló que, a pesar de ser minoría y blanco fácil de agresiones, las mujeres universitarias fueron fundamentales, pues “ellas llevaban correspondencia entre los estudiantes que tomaron el Edificio Carolino, el 1 de mayo, los profesores y periodistas” en medio de los ataques entre liberales y conservadores, conocidos como Carolinos y Fuas.  

Señaló que apenas habían pasado siete años del otorgamiento del voto a las mujeres en el país, sin embrago, en el “primer despertar” hubo una “presencia femenina con ideas de rumbo”.

Además, formaron el Comité de Estudiantes Universitarias y solicitaron en préstamo el edificio de la sección 21 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para sesionar y reunirse con compañeros del movimiento liberal. Asimismo, elaboraron el periódico estudiantil La Verdad y colaboraron en La Sombrilla, otra publicación estudiantil, además de organizar una manifestación el 16 de mayo, con más de 3 mil personas, en apoyo al doctor Julio Glockner Lozada, nombrado rector de facto, en la cual estuvieron a punto de ser golpeadas.  

En su mayoría, las jóvenes eran estudiantes de Arquitectura, Ciencias Químicas y de preparatoria, entre ellas Gloria Oropeza Contreras, Guadalupe Romero, Magdalena Rosales, Karina Vélez, María Luisa Contreras Contreras, Cristina González, Gloria Torres, Luz Rosales, Cristina Martínez, Julieta y Minerva Glockner, Anselma Hernández, Guadalupe Herrera, Yolanda Valderrama Vergara, Cristina Aguirre y Amalia Espinosa Rojas.

Escuela mixta, nacimiento de ideales

Tirado Villegas dio a conocer que las jóvenes partícipes se conocían desde la educación secundaria, debido a que estudiaron en la Venustiano Carranza, escuela mixta con profesores universitarios, la mayoría con ideales liberales, por lo que las pupilas no dudaron en dar su apoyo al movimiento estudiantil iniciado el 17 de abril de 1961; así como formar inmediatamente el Comité de Estudiantes Universitarias, presidido por Gloria Oropeza Contreras, estudiante de Química. “Solamente así podemos explicar cómo ellas estuvieron a favor de sus compañeros, de apoyarlos y compartir esas ideas en contra del imperialismo”.

Por otra parte, en ese mismo año Julieta Glockner y Anselma Hernández asistieron al Encuentro Mujeres de México, Centroamérica y el Caribe, quienes a su regreso, a finales de marzo, fueron acusadas de comunistas. “Trajeron nuevas ideas y pensaban que las mujeres podían transformarse y apoyar la liberación de los países de América Latina”.

Actualmente, más del 50 por ciento de la matrícula estudiantil en la BUAP son mujeres, pero este panorama no siempre fue así. En el contexto del movimiento de Reforma Universitaria eran pocas las universitarias. Por ejemplo, relató Tirado Villegas, en una foto de la Escuela de Arquitectura, de esa época, aparecen cuatro mujeres rodeadas de 21 varones. Además, de 310 alumnos extranjeros en la matrícula universitaria, 290 eran hombres y 20 mujeres.  

A este medio estudiantil masculinizado, se suman los comentarios misóginos y de sarcasmo por parte de sus compañeros y maestros. “Había una doble violencia a las mujeres: por un lado, el hecho de ser mujeres, y por el otro, la diferencia ideológica contraria del Frente Universitario Anticomunista”.  

Como consecuencia, las universitarias liberales fueron blanco de difamaciones. Un testimonio de la maestra Dora Sofía Collado, de Ciencias Químicas y quien apoyó el movimiento, revela que los Fuas decían que las mujeres para entrar al Carolino debían pisotear a la Virgen de Guadalupe y se encontraban en la lista de los comunistas. Entonces comunistas eran sinónimo de ateos. 

La lucha por una educación laica y gratuita, así como la autonomía real de la Universidad Autónoma de Puebla, en la que sus estudiantes y profesores determinaran la elección del rector, se prolongó y dos años después, en 1963, se concretó con la promulgación de una nueva Ley Orgánica. En esa transformación de la Universidad estuvieron presentes las estudiantes universitarias, quienes participaron de manera decidida, mantuvieron el respeto de sus compañeros y expresaron sus opiniones.

GDLRP

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