El lunes 19 de abril, en conferencia de prensa, el exsecretario de Gobernación del estado, David Méndez Márquez, exigió a la dirigencia nacional de Morena explicar la designación de candidaturas en Puebla y atender a la militancia inconforme(Vid. E-consulta, 20 de abril de 20021). Acompañado de miembros del Bloque Político de Izquierda, denunció que las postulaciones “se asignaron en opacidad por la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) y solo se benefició a un pequeño grupo”. De ello responsabilizó a Carlos Evangelista Aniceto, enlace del CNE, así como a Mario Delgado, líder nacional de Morena, así como al dirigente estatal Edgar Garmendia de los Santos.
De esta forma David Méndez Márquez se une al coro de protestas contra la imposición de candidatos. De hecho, casi la mayoría de los principales núcleos de la clase política de Morena en Puebla (exceptuando, obviamente, los que apoyan a Claudia Rivera y a los citados Evangelista y Garmendia), han manifestado abiertamente su inconformidad.
Todo parece indicar que hay coincidencias, como señaló el ex secretario de Gobernación, en el sentido de que tras dicha operación desaseada se encuentran el líder nacional de Morena, Mario Delgado, y personalidades como Eloísa Vivanco, el senador Alejandro Armenta Mier, y Gloria Luján.
Se produjo, pues, una imbricación de complicidades entre determinados sectores de la dirección nacional de Morena y los grupos beneficiados de Puebla, comenzando por el que encabeza Claudia Rivera.
La interrogante que surge es la siguiente : ¿qué factores explican tal convergencia?…..Si el proceso de selección de candidatos se realizó a sabiendas de que los principales sectores de la clase política de Morena de Puebla manifestarían su descontento, ¿no se desprende de ahí la posibilidad de que se haya presentado “un arreglo cupular” entre la Nomenclatura del Comité Ejecutivo (Mario Delgado y anexas), y los núcleos encabezados por Garmendia, Evangelista, Alejandro Armenta, etc., con miras a crear un bloque de poder destinado a ejercer una influencia determinante en la sucesión presidencial de 2024?
De ser así, Mario Delgado (y desde luego su jefe, Ricardo Monreal, líder del Senado) habrían partido del supuesto de que sus aliados poblanos eran las cartas más seguras para el proyecto de referencia, por lo cual se habrían arriesgado a enfrentar la oposición de los sectores de Morena inconformes con sus componendas. En otras palabras : pensaron que se tornaba preciso “jugárselas”, como se dice en la jerga popular, con los Evangelista, Garmendia, Claudia Rivera y Alejandro Armenta, convencidos de que eran las mejores “cartas” para ir creando un bloque que permita el lanzamiento de Ricardo Monreal en 2024.
En síntesis, aunque aún aparezca muy lejos la sucesión presidencial, lo cierto es que el proceso electoral que se acerca será decisivo para el desenlace de aquélla.
Lo que está por verse es si los sectores y personalidades desplazadas de Morena se quedarán cruzados de brazos. Al parecer no es así, aunque por el momento aparezcan debilitados y dispersos.
*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.
