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Cartas a Gracia

Aunque muchas instituciones de educación superior se declaran listas para el regreso a clases presenciales y, por lo tanto, para instrumentar las 9 intervenciones a las que alude el acuerdo del 2020, el regreso generalizado a clases estaría en veremos. A pesar de los anuncios, podría retrasarse hasta el inicio del ciclo escolar 2021-2022; salvo en el caso de Campeche, entidad en la que 127 escuelas del ámbito rural regresarían a clase el 19 de marzo, coincidiendo con el envío de esta carta Gracia. Esa especulación surgiría de la interpretación del Boletín SEP no. 71 de fecha martes 13 de abril del año en curso. La oficina educativa de la actual administración reiteraría las condiciones necesarias “para un regreso seguro -y voluntario- a clase”, siempre y cuando la entidad se encontrara en verde, y las y los trabajadores del sector educativo, vacunados.

El boletín de referencia señalaría que la vacunación de las y los maestros y de las y los trabajadores de la educación proseguiría en 5 entidades: Tamaulipas, Veracruz, Coahuila, Nayarit y Chiapas. Zonas verdes, por lo menos entre el 15 y el 31 del marzo del 2021; color que comparten con Campeche, estado en el que todos los trabajadores de la educación se encontrarían vacunados. Mientras tanto, las y los docentes del resto de la república y los de la CDMX, quedarán pendientes en espera del inicio de la siguiente etapa.

La publicación reiteraría las nueve intervenciones aprobadas por las autoridades. Controles que dependerían tanto de la administración (cuidar al magisterio, acceso a jabón y agua en las escuelas para prevenir contagios, entre otros), como del personal directivo y docente, lo mismo que de madres y padres de familia, a pesar de que Esteban Moctezuma firmante del acuerdo, trasladara “olímpicamente” responsabilidades institucionales a los miembros de los Comités Participativos de Salud Escolar.

A las y los directores de las escuelas en sus diferentes espacios les correspondería la activación, previa conformación, de los Comités Participativos de Salud Escolar (CPSE); organismos que, de acuerdo a la base Décima del Acuerdo nº 12-06-20 por el que se establecen diversas disposiciones para evaluar el ciclo escolar publicado el 5 de junio del 2020 en el DOF, se integraría “con las madres, padres de familia o tutores, personal docente y directivo […] con la finalidad de organizar las jornadas de limpieza durante el ciclo escolar, así como promover y ejecutar las acciones dirigidas al cuidado de la salud y bienestar de la comunidad escolar”. El punto decimotercero definiría las 9 intervenciones que forman parte de las alocuciones institucionales que, por cierto, Gracia, iniciarían encargando a los CPSE tareas institucionales, dándoles “por decreto” la categoría de ser personal de intendencia contratado por las autoridades educativas, y asignándoles tareas de esa naturaleza como “la sanitización y limpieza, tanto general como rutinaria” de las escuelas. Las y los responsables se convertirían también en promotores de salud al ser garantes de los tres filtros de corresponsabilidad, señalados por el acuerdo y tendrían que asistir casa por casa para verificar que otras madres y padres de familia generasen un filtro sanitario y montasen guardia para testificar que el personal directivo y docente hiciesen lo mismo. Los miembros del comité también se harían cargo de velar por la existencia de agua y jabón y por la salud del personal docente que se “encuentre en grupos de riesgo”; normalizando de esta manera la falta de apoyo presupuestal y la suplencia del cumplimiento de obligaciones laborales que corresponderían, en todo caso, a las autoridades educativas y de salud y a los sindicatos.

El inciso IV de la cláusula en comento convertiría a los miembros del comité en nanas del alumnado, del personal directivo y docente; pues, adicionalmente, deberán vigilar el uso de cubre bocas que podrían ser suplidos por “pañuelos” y que los citados, eviten las filas de ingreso y salida de la escuela, se guarde la sana distancia en salones, patios con recreos escalonados y se maximice el uso de “espacios abiertos”. También deberían convertirse en expertos para detectar casos de Covid-19 y sus variantes; cuestión que de presentarse provocaría el cierre de la institución afectada. Esteban se acordaría de la existencia de algunas autoridades al citar en el numeral IX, que “el apoyo socioemocional para educandos y docentes”, correspondería a las autoridades sanitarias.

En todo caso Gracia, el regreso “seguro y voluntario” a clases presenciales -si bien nos va- se daría hasta el inicio del ciclo escolar 2021-2022; una vez que el gobierno federal cumpliese con la vacunación del personal docente, directivo y de apoyo a la docencia del sector educativo, sin discriminar a quienes prestan sus servicios de manera privada. Vacunas son amores y no buenas razones Gracia.

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