Cartas a Gracia
El Comunicado Nº 7 SEP-SSA del 20 de marzo informaría sobre la integración de una comisión que “fortalecería” las acciones que aparentemente promoverían un regreso “seguro a clases”. Daría cuenta de la reunión de la comisión, realizada el 19 de marzo, en la que habrían evaluado “las distintas acciones que se emprenderían para favorecer un retorno seguro a clases presenciales y reiterarían el apego a las 9 intervenciones y 2 consejos señalados “en los protocolos publicados en el Diario Oficial de la Federación del pasado 5 de junio 2020”, momentos a los que aludiera también, el Boletín Nº 56 revisado en la carta que te enviara hace ocho días Gracia.
El comunicado señalaría que en su intervención la encargada de la oficina educativa de la administración federal destacaría, además del apego a los protocolos mencionados, la consulta permanente mediante la que se conocería la opinión de la comunidad escolar, lo mismo que “el fortalecimiento en la atención psicoemocional para docentes y alumnos en operación conjunta Educación-Salud”. Acción que hasta el momento brilla por su ausencia Gracia, así como la “atención a la infraestructura escolar como baños y agua potable, entre otras, mediante el programa de La Escuela es Nuestra“; programa que, como atinadamente señalas, solo puede financiar obras menores en 1 de cada 5 escuelas públicas de educación obligatoria, mientras que más de 43 mil escuelas carecen de agua potable, sanitarios dignos, luz, internet, y demás infraestructura para que puedan funcionar de manera regular y más en época de pandemia, a las que se deberán sumar las que han sido desvalijadas por los amigos de lo ajeno, tras un año de abandono de las instalaciones.
El comunicado destacaría la visita conjunta SEP-SSA por escuelas de Campeche para verificar “el buen funcionamiento en la implementación de dichas intervenciones que aplican las autoridades estatales”. Del resto de las intervenciones Gracia y como tú podrías imaginar, destacarían la grilla, la preocupación social y las recomendaciones “de buena fe”, como aquella en la que el titular de la SSA “propondría” que se fortaleciese “la participación de la familia”, como si esta no se diera y las autoridades ignoraran que la educación a distancia ha recaído en las familias y, fundamentalmente, sobre los hombros de la madres de familia quienes sustituyen en la medida de lo posible, el trabajo regular de las y los docentes. Gattel delinearía “las condiciones y acciones que tendrá que cumplir cada entidad federativa para iniciar la reapertura escolar”; condiciones y acciones sin las que no sería posible el regreso a los salones de clase: 1) mantener el semáforo epidemiológico en verde; 2) vacunación del personal docente; y, 3) el análisis permanente de las condiciones sanitarias; sin embargo y a pesar de que el Estado Libre y Soberano de Campeche cumple con por lo menos las dos primeras condiciones, el retorno a clases presenciales sigue en veremos, no importando las instrucciones superiores que anuncian un pronto retorno a clases, dudando de la capacidad del personal directivo lo mismo que del acompañamiento familiar para cumplir con el resto de las intervenciones y “otras ocurrencias”.
El Boletín SEP Nº 60 fechado el martes 23 de marzo de 2021, daría cuenta del avance que la administración federal y el Gobierno de Campeche tendrían en la elaboración del “plan para la reactivación de los servicios educativos en la entidad […] seguro y voluntario”. Sustituyendo a las autoridades electas, la titular del despacho educativo convocaría a la suma de esfuerzos e informaría sobre los “los protocolos a seguir en el regreso a las actividades escolares presenciales”. Encabezaría -de acuerdo al boletín- la Presentación del Plan para la Reactivación Escalonada Mixta de los Servicios Educativos en Campeche; evento que la prensa local asignaría a Ricardo Kho Cambranis, Secretario de Educación en la entidad (www.vertigopolitico.com).
Empero, Gracia, algo huele mal. A pesar de las declaraciones de diversas autoridades generando esperanzas, de la formación de comisiones que analizan todo pero no resuelven nada y de las reuniones de autoridades educativas (Conaedu), tal parecería que entre mandos medios y superiores de la SEP y de la SSA, priva la intención por diferir el regreso a clases, por lo menos y en casi la totalidad de las entidades, solo cuando se haya domado a la pandemia, ya que varias de la intervenciones dependen de las autoridades federales tal y como sería el caso de la vacunación de las y los docentes, la reparación urgente de la infraestructura física -para las escuelas de origen federal-, la distribución de los insumos para que funcionen los comités de salud escolares (en la proporción que le corresponde). Razones por las que resultaría incongruente que la titular condicione el inicio de “un regreso a clases seguro en la entidad” al cumplimiento de “un proceso de evaluación diagnóstica a las y los alumnos, para ver cómo se encuentran en sus conocimientos básicos, como lectoescritura y pensamiento matemático, y trabajar en una etapa de reforzamiento de conocimientos”; proceso que requeriría la presencia física de las y los alumnos en los salones de clase cuestión que resulta por lo menos contradictoria Gracia.
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