La Fiscalía de Quintana Roo investiga la muerte de Leonardo, un niño de 13 años que murió ahogado al ser “arrastrado por la corriente” en el río artificial del parque Xenses, perteneciente al grupo Xcaret; el padre acusa que las autoridades lo presionaron para firmar un perdón.
El accidente ocurrió el pasado sábado 27 de marzo, pero las autoridades locales y el parque emitieron pronunciamientos hasta el miércoles pasado, después de que el cardiólogo Miguel Ángel Luna hiciera público el caso de su hijo a través de redes sociales.
De acuerdo con la indagatoria de la Fiscalía, el menor visitó con su familia dicho parque y “fue arrastrado por la corriente” cuando estaba nadando con su padre en un río artificial.
Su padre lo rescató y le practicó maniobras de reanimación para trasladarlo a un hospital privado en el municipio de Solidaridad, donde murió.
El organismo afirmó que el cuerpo del menor fue trasladado al servicio médico forense para practicarle la necropsia y determinar las causas de la muerte, pero indicó que este “acto de investigación que aún no ha sido posible realizar debido a que el padre solicitó la dispensa de la misma y otorgó el perdón legal”.
No obstante, aseguró que se investiga “la probable participación de la o las personas quienes por comisión u omisión se encuentren relacionadas con el evento delictivo”, el cual calificó como probable “homicidio culposo” (sin dolo).
En cambio, el padre del menor acusó en redes sociales que las autoridades no le querían entregar el cuerpo de su hijo a menos de que firmara el perdón. Además, señaló que no le permitieron atender a su hijo ni trasladarlo a la Ciudad de México.
La familia es originaria de Durango y viajaron a Xenses para celebrar que había sobrevivido al Covid-19, tras contagiarse todos.
Por su parte, Xcaret reconoció que el menor fue “succionado” por una tubería que no tenía rejilla por “error humano”.
