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(Última parte)

Hoy cerramos esta larga contribución para el portal Ángulo 7, vinculando, por una parte, al modelo productor-innovador (MP-I) con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 ya que la ejecución de este modelo puede conseguir en la praxis, 11 de los 17 ODS; Por otra parte, el MP-I es una propuesta agroecológica que puede ayudarnos a transitar hacia al bioceno, que apunta al horizonte utópico de una nueva era de la humanidad.

La Asamblea General de la ONU aprobó en septiembre de 2015, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible donde se plantean en el discurso, una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los 193 Estados Miembros de esta organización. La Agenda 2030 consta de 17 objetivos para alcanzar el desarrollo sostenible (https://bit.ly/36ipWiG) y el diseño y ejecución de programas, es responsabilidad de los gobiernos nacionales, las organizaciones indígenas y campesinas, las organizaciones sociales y las entidades académicas, entre otros actores.

Los resultados que se pueden obtener del escalamiento horizontal y vertical del modelo productor-innovador (MP-I) se encuentran estrechamente relacionados con la concreción de 11 de los ODS de esta agenda, como se observa en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Articulación del Modelo Productor-Innovador con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.


Por otra parte, el MP-I es un patrón tecnológico que, primero, se caracteriza porque se basa en la aplicación intensiva de saberes y tecnologías, orientadas por el interés práctico de reproducir la vida cotidiana a través del tiempo. En segundo lugar, estos saberes están trenzados en un diálogo de saberes que transforma lo árido en fecunda biodiversidad y, ésta, a su vez, muda lo muerto en nueva vida. Finalmente, el escalamiento horizontal y vertical del MP-I como practica agroecológica exitosa, nos estimula a caminar por la sinuosa ruta emancipatoria de una nueva época histórica, “el bioceno, que se opone al necroceno, para denotar una nueva era donde se valore, respete y cuide la vida en su diversidad biológica y cultural (Rozzi, 2019. https://bit.ly/3170bQd).

En medio de una crisis de la modernidad capitalista profundizada por la pandemia del virus SARS-CoV-2, es urgente debatir disyuntivas contrahegemónicas que reviertan el ciclo de la muerte impulsado por las revoluciones agrícolas modernas que, en su afán de alcanzar ganancias altas y expeditas, transforman la vida en muerte y la muerte en capital (McBrien, 2016. https://bit.ly/3t8vxlo). En este contexto, el MP-I es una alternativa para transfigurar los proyectos de muerte recreados por la agricultura comercial, en proyectos de vida que garanticen la producción abundante de satisfactores que perduren en el tiempo y que sean saludables y nutritivos.

Desde el punto de vista epistémico la tarea no es difícil; exige, primero, descolonizar el conocimiento y cuestionar la violencia epistémica ejercida por la modernidad capitalista y, al mismo tiempo, reindianizar/recampesinar-modernizar el manejo de agroecosistemas para seguir por la ruta del diálogo de saberes recorrida por nuestros ancestros. Es decir, se requiere identificar “nuevas formas” de manejo de la milpa exitosas a nivel local y, después, promover su escalamiento horizontal y vertical para triplicar en el mediano plazo, la producción de maíz, frijol, calabaza y de arvenses, que ha sido y es, la dieta que desde antaño han garantizado la reproducción de la vida cotidiana de las familias indígenas/campesinas.

Se trata de saberes capaces de recrear relaciones sostenibles y armónicas entre sociedad-naturaleza, campo-ciudad y alteridad-modernidad, que se encuentran nutridas por vigorosas raíces milenarias del pensar bien, para que los campesinos de México y del mundo puedan vivir mejor.

Palabras agudas

1. Tiene razón el presidente de México, López Obrador, al asegurar que los institutos de transparencia representan un costoso fardo para l@s contribuyentes del país. Después de insistir en dos ocasiones por escrito ante el Itaipue para que obligue a la burocracia dorada de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) a entregar información que debería ser pública, responde con este galimatías:

“Auto de once de marzo de dos mil veintiuno. Se tiene al recurrente haciendo las manifestaciones que de su escrito se desprende, en consecuencia, dígasele que no ha lugar a acordar favorable su petición por lo que se deberá de estar a lo ordenado en autos. Así lo proveyó y firma Héctor Berra Piloni, Coordinador General Jurídico”.

Una información que repetidamente la burocracia dorada se niega a dar se refiere a las empresas outsourcing subcontratadas por la BUAP. ¿Será que son, o fueron, propiedad de Raúl Beyruti Sánchez, prófugo de la justicia, acusado por delincuencia organizada y lavado de dinero?

2. El gestor del Aspabuap, sindicato afiliado a la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (Contu), ante la Junta Especial Número 5, de Conciliación y Arbitraje del Estado de Puebla, debería de cuidar las formas ya que su actuación está cínicamente sesgada a favor de la burocracia dorada de la BUAP. ¿Así operarán todos los sindicatos de la Contu? ¿Cuánto recursos fiscales se canalizan para mantener a esta burocracia sindical que están en contra de los derechos de l@s trabajador@s universitari@s?

Puedes leer la entrega anterior en la siguiente liga: https://www.angulo7.com.mx/2021/03/10/el-modelo-productor-innovador-mp-i-y-la-autosuficiencia-y-la-soberania-alimentaria/

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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Miguel Ángel Damián Huato es profesor-investigador del Centro de Agroecología del Instituto de Ciencias de la BUAP. Fue Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2011 y es miembro del Sistema Nacional...