columna-invitada

Por Romeo Pérez Ortiz

Permítaseme hacer una analogía del proyecto educativo que existe en el Instituto Tecnológico de Tecomatlán (ITT) y en las demás escuelas antorchistas con el proyecto educativo probado ya por el reconocido pedagogo soviético Antón Semiónovich Makárenko en la Colonia Gorki. En esta colonia, Antón Makárenko puso en marcha la teoría combinada con la práctica, indispensables para la formación integral del individuo, fundamentales en la transformación del estudiante y el universitario en un hombre nuevo, más noble, honrado, crítico y pensante con un espíritu colectivo, de organización, diligencia, optimismo y autodirección, que llevó a los jóvenes comuneros ucranianos a comprender que “el bienestar de cada uno depende directamente del bienestar de todos y el bienestar de todos se determina directamente por el bienestar de cada uno” (Vladímir Kumarin, Antón Makárenko, su vida y labor pedagógica, pág. 32).

En la obra citada, pág. 30, Vladímir Kumarin escribe que “ con la construcción de las fábricas, la educación laboral se hizo educación productora, es decir, alcanzó un nivel pedagógico más elevado”. Y prosigue: “alternando durante los días de estudio en la escuela con el trabajo en la producción – cuatro horas en la fábrica, más cinco horas en la escuela, los comuneros no solo estudiaban con provecho y eran obreros de choque, sino también leían mucho, hacían deporte y se distinguían por sus conocimientos políticos”. El autor, describe, además, que el “principio de autogestión económica permitía a los comuneros no sólo hacer una vida interesante, sino también acomodada”. Que el trabajo realizado por estos pequeños estudiantes comuneros “reportaba al Estado, sólo de ganancia líquida, cinco millones de rublos anuales. Además, resarcía por completo los gastos para la escuela, emolumentos de los maestros, de vivienda comunal, de alimentación, para el pago de becas a los antiguos comuneros, que estudiaban en los institutos y para el mantenimiento de la propia fábrica”. Pero y no solo esto hacían los estudiantes comuneros ucranianos, también “vestían decentemente, tenían una de las mejores bandas de música de toda Ucrania”, sí, de toda Ucrania, amigo lector, y se daban “el lujo de gastar anualmente en excursiones veraniegas doscientos mil rublos y designar hasta cuarenta mil rublos en comprar billetes para el teatro”. Todos estos beneficios gracias al trabajo colectivo, gracias al trabajo transformador realizado por Antón Makárenko y su equipo de pedagogos y el apoyo, desde luego, del gobierno soviético. Todo lo que se logró con la educación de estos jóvenes es gracias a una estructura educativa pensada para los jóvenes soviéticos pobres.

Pues bien, amigo lector, el Instituto Tecnológico de Tecomatlán, no está alejado del proyecto educativo implementado por Antón Makárenko. En este Instituto, además de las clases en las aulas, los estudiantes asisten a prácticas de siembra y cultivo de papayas, melones, sandías, calabazas, jitomates, cilantros, maíz y cuatomates. Esta institución cuenta con grandes hectáreas de terreno de cultivo donde los estudiantes ponen sus conocimientos en práctica y al mismo tiempo generan recursos económicos para cubrir los salarios de los maestros de contrato que laboran en el Tecnológico de Tecomatlán, el salario de los profesores de las demás escuelas hermanas y otras necesidades propias y urgentes de la misma institución. Además de las clases en las aulas y los proyectos productivos, los estudiantes asisten también a clubes de ciencia y matemáticas, tienen clubes deportivos, de futbol, bastquetbol, beisbol, atletismo, natación, clubes de danza, baile, poesía, teatro, banda de guerra y ajedrez. El Tecnológico y las escuelas de Tecomatlán en el terreno de arte, cultura y deporte se han destacado en las Espartaqueadas deportivas, culturales y matemáticas que año con año se han venido realizando. Es así que, en el ITT, el ingeniero que pondrá sus conocimientos al servicio del pueblo no solo termina dominando los conocimientos en ingeniería en sistemas, agronomía y gestión empresarial, sino que egresa dominando una o varias de estas artes y culturas que no obtendrá en ningún otro tecnológico de los 254 que cuenta el Tecnológico Nacional de México (TecNM). El proyecto educativo del Instituto Tecnológico de Tecomatlán es integral porque multiplica las aptitudes y cualidades del estudiante, enseña al estudiante que lo académico no lo es todo, que el hombre para convertirse en un ser humano y en un educador requiere de las herramientas artísticas y de la política. Ambas son indispensables en la formación integral del universitario. Por eso, en las aulas del ITT se practica la filosofía y la política, a los jóvenes se les invita a participar en los círculos de estudio y de lectura para que se enteren de la política nacional e internacional y aprendan de la literatura mexicana y mundial, respectivamente. En los círculos de lectura muchos mejoran su español, aprenden a leer y a escribir correctamente y junto con ello su aprendizaje de las ciencias mejora significativamente. Amplio y educador es el proyecto pensado para los estudiantes pobres y todo esto sucede en las escuelas de Tecomatlán y en las aulas del ITT.

El Tecnológico de Tecomatlán no se ha restringido en estas actividades solamente que son las más trascendentales en la formación integral del joven, sino que han sido un impulso además para destacar en el ámbito educativo y académico al nivel nacional. Con el ingeniero Rodolfo de la Cruz Meléndez como director, el ITT comenzó a avanzar hacia la calidad educativa y académica, comenzando por conservar el Certificado del Sistema de Gestión de la Calidad (que el ITT había obtenido en 2006). A este certificado se sumaron, en 2020 y 2021, respectivamente, el Certificado del Sistema de Gestión Ambiental y el certificado que reconoce al Instituto Tecnológico de Tecomatlán como una institución 100 por ciento libre de plásticos. Los logros académicos tampoco se han quedado atrás: en diciembre del 2019, el ITT aprobó todos los criterios que exige la Coordinación Nacional de Lenguas Extranjeras para lograr el registro oficial de la Coordinación de Lenguas Extranjeras de la institución. Ahora los estudiantes pobres que año con año arriban a las escuelas de Tecomatlán tienen la oportunidad de oro de aprender una segunda lengua y de mucha importancia para sus investigaciones, pues la mayoría de los textos están escritos en inglés. Este logro habilita al Tecnológico de Tecomatlán para impartir cursos de inglés como segunda lengua; le otorga, además, la facultad de expedir constancias de acreditación del inglés como un módulo más.

Con respecto a los proyectos productivos y la ciencia agrícola, el Tecnológico de Tecomatlán da a conocer a los productores y al público los avances que hay en este terreno: por ejemplo, en octubre de 2018 llevó a cabo su Segundo Simposio Internacional sobre el Desarrollo de la Mixteca en el que fueron presentados 58 trabajos académicos compilados en un libro con registro ISBN. Este Simposio internacional se llevó a cabo en las instalaciones del ITT con una asistencia de 63 productores y 54 ponentes de nueve instituciones nacionales y dos internacionales. La participación de estudiantes y profesores también fue numerosa, 369 y 63, respectivamente.
En el área de las competencias académicas y concurso de ciencias, por primera vez, en 2018, el ITT pasó a la etapa nacional en el Evento de Innovación Tecnológica con los proyectos CuatomApp en la categoría de aplicaciones móviles y Sembradora CR 2.0 en la categoría de producto y servicio. Nuevamente, gracias a la participación activa de los estudiantes y el apoyo incondicional de sus maestros, el nombre del Tecnológico de Tecomatlán logró figurar en la etapa nacional del 2019, esta vez con los proyectos Snack de Jamaica e Hidrorregante Automatizado. Con respecto al concurso de ciencias, en las áreas de ciencias básicas y ciencias económico administrativo, en 2017, el ITT logró colocarse en la etapa nacional, entre los mejores 26 tecnológicos de un total de 254. En este concurso ocupó el sexto lugar con 84.17 puntos en la tabla general; en 2018, repitió la hazaña, pero esta vez, en el quinto lugar con 97.81 puntos, donde, además, la alumna Daniela Vázquez Contreras obtuvo el segundo lugar en el área de ciencias económico administrativas en la modalidad individual. En 2019 no hubo concurso y en el 2020 tampoco, en esta ocasión por la pandemia de la Covid-19.

Con respecto a las acreditaciones de las tres carreras con las que cuenta el Tecnológico de Tecomatlán, en febrero de 2019, por parte del Comité Mexicano de Acreditación de la Educación Agronómica (Comeaa) la carrera de ingeniería en Agronomía fue acreditada como muestra de la calidad del programa educativo implementado en el ITT. Actualmente se está trabajando en la acreditación de las otras dos carreras, que a pesar de la pandemia el compromiso es acreditarlas este año del 2021. Finalmente, y no menos importante, es el último reconocimiento que el ITT recibió en noviembre del 2019: La Organización Continental de Excelencia Educativa (Orcodee) en su XIX ceremonia del Premio Educa entregó al Tecnológico de Tecomatlán el Certificado de Calidad Educativa en cumplimiento con los más altos estándares de calidad, gestión, innovación y valores que cataloga a esta máxima casa de estudios de la región Mixteca como Institución Bandera en el país, el único instituto del Tecnológico Nacional de México que ha recibido esta distinción y que lo coloca como una de las 100 mejores instituciones en toda America Latina y del Caribe. En el acto de ceremonia hizo presencia el ingeniero Rodolfo de la Cruz Meléndez al que se le reconoció como uno de los gestores más activos de todos los institutos. Reconocimiento merecido para él y para el Movimiento Antorchista Nacional en este aspecto educativo. Pero y aquí no queda su labor, al frente del Tecnológico de Tecomatlán ha gestionado obras de gran impacto y de gran relevancia como la construcción de la imponente Villa Estudiantil con una capacidad para mil estudiantes equipado con una biblioteca, cancha de basquetbol techada, sala de estudio, comedor estudiantil, cuartos cómodos con aires acondicionados para todos los estudiantes pobres, en resumen, una infreastructura de primer mundo levantada en la olvidada Mixteca poblana. Con la atinada gestión del ingeniero Rodolfo se logró equipar al Tecnológico de Tecomatlán con un amplio laboratorio de cómputo con más de 120 computadoras, un laboratorio de inglés con una pizarra digital interactiva, construcción de una aula magna con capacidad para doscientas personas entre otros incontables logros que están a la vista de los estudiantes y profesores que laboran en dicha institución.
Todos estos logros educativos, académicos, productivos, culturales y deportivos no habrían sido posibles sin la participación constante y tesonera del colectivo. El logro es el esfuerzo de los maestros, estudiantes y directivos del Tecnológico encabezados correctamente por el ingeniero Rodolfo de la Cruz Meléndez, miembro activo del Movimiento Antorchista Nacional (MAN), y quien junto con la comunidad estudiantil comparten la preocupación por la falta de maestros, doctores y especialistas en el tecnológico; quienes se desvelan pensando en cómo equipar a la institución con laboratorios pesados para desarrollar la ciencia y la investigación que impulse a los investigadores a producir las tierras áridas de la mixteca. Los logros y éxitos del ITT también y en mucho se debe al apoyo incondicional del pueblo de Tecomatlán, que cuida, vigila y guía el rumbo político de esta institución.

Por todo lo anteriormente expuesto, en este periodo de cambio de dirección del ITT, el único que puede guiar correctamente el rumbo educativo, político y académico de la institución es uno de los que ha vivido y sufrido los males que ha padecido y padece la institución y la comunidad estudiantil. El que puede darle continuidad al proyecto educativo de formar al estudiante con una educación integral, en educarlo en el espíritu colectivo, de organización, diligencia, optimismo, autodirección y con un compromiso de hierro con el pueblo pobre de México, debe ser cualquiera de los tres candidatos propuestos y respaldados por la comunidad estudiantil del Tecnológico de Tecomatlán, son ellos, guiados por la visión científica del Movimiento Antorchista Nacional, los que podrán cumplir con el cometido social del ITT, los que podrán continuar y desarrollar el proyecto educativo iniciado por el ingeniero Rodolfo de la Cruz Meléndez, Antorcha Magisterial y el pueblo de Tecomatlán.

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