columna-invitada

Por Juan Manuel Celis Aguirre

Desde hace algunas semanas, el Movimiento Antorchista en Puebla ha sido blanco de varios ataques, algunos demasiado burdos y vulgares, vaya, incalificables, en la prensa del estado debido a que estamos a punto de iniciar las campañas electorales y muchos políticos están muy preocupados, y quizá espantados, aterrorizados, por la fuerza electoral de nuestra organización.

No me referiré a los ataques ni a los periodistas que los publican en la prensa, pero de quien sí quiero hablarles es de quienes los contratan.

El gobierno de Morena de Puebla y de México decidieron, como uno de sus principales objetivos en el poder, que desaparecerían con golpes de poder, con periodicazos, al Movimiento Antorchista Nacional. Inventaron una serie de excusas supuestamente legales, para comenzar con su campaña de exterminio del antorchismo. Nos inventaron delitos para publicitarlos en la prensa. Nos hicieron parte de la supuesta mafia corruptora. Infinidad de trucos. ¿Y qué pasó? Para desagracia de ellos mismos, hicieron que el árbol frondoso antorchista se robusteciera más, sus raíces crecieran e iniciara una campaña de conciencia entre la gente para decirle que Morena usaría todas sus armas ilegales para aniquilar a uno de sus contrincantes políticos más fuertes.

Resistimos los duros golpes de AMLO y nos fortalecimos pese a la campaña liquidacionista del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa. No nos desaparecieron, ni nos espantaron. Por el contrario, crecimos a nivel nacional como organización y ya somos más de 2 millones 500 mil antorchistas en todo el país. En Puebla sucede lo mismo: cerca de 300 mil ciudadanos son militantes decididos de nuestra organización. ¿Cómo demuestro esto? La lectura entre líneas del golpeteo contra nosotros en varios medios de comunicación declaradamente barbosistas nos dice que al gobernador y a los morenistas les preocupa, no los deja dormir, el peso electoral de Antorcha. Cualquier cosa que hace Antorcha los trae fuera de quicio.

La importancia de Antorcha, pues, es mucho más grande de lo que ellos aceptaban en público. Por eso, los movimientos políticos de nuestra organización, a los cuales tenemos derecho pleno, son valorados por varias fuerzas y algunas de ellas se espantan.

Claro que Antorcha no se iba a destruir con el golpeteo mediático o con los periodicazos de Morena, porque a nosotros nos defiende el pueblo humilde, consciente y con ánimo de lucha. Por eso, a pesar de todo, y de todas las cosas que nos hicieron, hemos crecido y seguimos conquistando corazones en los 217 municipios del estado y, fundamentalmente, en la capital, en el corazón de Puebla.

Todas las fuerzas políticas, todos los partidos políticos, han platicado con Antorcha o quieren platicar porque conocen la fuerza de la organización en todo el estado. Antorcha puede decidir en esta ocasión, en varias zonas del estado, el triunfo o la derrota de algunos candidatos.

Los morenistas lo saben y por eso arremeten en los medios para hacernos de mala imagen. Pero nuestro trabajo, nuestros hechos nos han ganado, entre el pueblo humilde, una confianza que no se destruye ni se rompe. Antorcha es, pues, una fuerza viva. Una fuerza muy importante que será parte del grupo que derrote a Morena en estas elecciones.

Nosotros no debemos de distraernos en esta próxima elección; debemos estar como un solo hombre, como un solo ideal. Por eso, llamo a todos los compañeros, a los activistas, a los compañeros de los plenos, de los grupos, para que estemos en la misma sintonía. No lo duden, estas elecciones van a ser un acontecimiento en el que la participación de Antorcha va a ser fundamental. Por eso, todos debemos estar muy unidos y ponernos de acuerdo sobre la participación de Antorcha.

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