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Cartas a Gracia

El discurso de toma de posesión que pronunciara Delfina Gómez Álvarez marca el quehacer de la dependencia bajo su ejercicio y lo hace, no solo cuando define tareas a ejecutar de manera expresa, sino también cuando formula críticas a las políticas neoliberales y a la burocracia que corroe y distorsiona la actividad educativa de las escuelas de educación obligatoria Gracia.

Señalaría que su primer gran reto y, por lo tanto, la primera tarea, sería “hacer posible el regreso gradual a los planteles”; retorno que resultaría permisible cuando se cumplieran algunas condicionantes entre las que se encontrarían: el cambio del semáforo sanitario al color verde -cuestión que sería determinado por las autoridades sanitarias-, y se contase tanto con la venia de los ejecutivos locales como con el beneplácito de madres y padres de familia. La tarea de cabildeo de la ahora encargada del despacho educativo de la actual administración le llevaría a dialogar, tanto con quienes serían partidarios del regreso al desarrollo de las actividades presenciales en los recintos escolares, entre los que encuentras -como ya hemos platicado- a representantes de organismos internacionales e investigadores en materia educativa y a quienes alertan sobre el bajo rendimiento de las y los escolapios, la deserción real y virtual del alumnado, padecimientos emocionales incluido el estrés y el incremento de la violencia producto de la forzosa reclusión domiciliaria; hallarías también que a madres y a padres de familia de preescolar, sexto año de primaria y tercero de secundaria –que ya se han manifestado por diversas vías- inquietos por el atraso académico de sus hijas e hijos; a asociaciones de padres y madres de familia quienes plantean que las escuelas contarían con un ambiente más controlado en materia de salud; lo mismo que las agrupaciones de padres y madres de familia que externan su rechazo y llaman a Delfina a no hacer caso del canto de las sirenas, y quienes pretenderían condicionar el regreso a las aulas hasta que todas y todos los docentes estén vacunados y que las escuelas se encuentren en óptimas condiciones sanitarias y, además se cuente con un “auténtico” semáforo sanitario regional en verde. Otros requisitos mencionados por la titular, se referirían al logro de un acuerdo con las autoridades locales y finalmente, se referiría, al beneplácito de los padres de familia.

Los argumentos a favor y en contra serían interminables Gracia y tú conoces varios externados de viva voz, tanto por niñas y niños como por parte de sus madres y padres, a los que bien podrías sumar las experiencias adquiridas merced al ejercicio virtual al que te enfrentas de manera cotidiana. Las y los menores demandarían el regreso a las escuelas mediante expresiones coloquiales, que tú y yo -cada uno por su parte-, hemos escuchado tales como: “no es lo mismo”; “no le entiendo”; “no tengo compu”; “no tengo señal”; “las recargas son muy caras”; “el teléfono lo usamos entre varios y a mí casi no me toca”; “mi casa es muy pequeña y somos muchos y no tengo en donde estudiar “; “me aburro”; “mi madre ya no me soporta”; “me pegan porque me distraigo”; “mis padres se pelean”; “quisiera regresar a la escuela y jugar con mis amigos”, entre muchas más. Madres y padres de familia, madres jefas de familia, señalarían la necesidad de salir a trabajar para lograr lo necesario para el sustento y, en el caso de quienes encabezan a cada uno de tres hogares, incluiría el ejercicio de una triple jornada que implicaría la atención de la casa, la preparación de los alimentos y adoptar la figura de maestra sustituta sin salario, a diferencia de las maestras y maestros que bien lo tienen asegurado -porque le pagas el gobierno- y que “hacen poco por el aprendizaje de los saberes esperados, que a estas alturas deberían tener sus hijas y sus hijos”.

A las posturas contrarias al regreso a clase se sumarían peticiones de mejora de las instalaciones sanitarias en todas y cada una de las escuelas; tal cual sería el contar con agua potable, en las casi 50 mil escuelas que carecen de una toma de agua domiciliaria y sanitarios decorosos, con cargo al erario y no a las aportaciones obligatorias que siguen cubriendo madres y padres de familia, a pesar de los recursos del Programa la Escuela es Nuestra, y que formarían parte de las demandas añejas del “no pedíamos mucho”. El programa de referencia asignaría recursos a tan solo a una de cada cinco escuelas; mismos que serían disminuidos a pesar del incremento del 23 por ciento, pues ahora tendrá que compartirse con Escuelas de Tiempo completo y cubrir recursos complementarios para casi 100 mil docentes.

Menos arduo que el cabildeo con quienes serían partidarios o se opondrían a la apertura de las escuelas hasta contar con condiciones óptimas, sería el promover la aprobación y consecuente publicación de la Ley General de Educación Superior; misma que se encuentra sujeta al trámite legislativo correspondiente, aunque cuente ya con el dictamen positivo emitido en diciembre del 2020 por el Senado de la República. De la misma manera, Delfina estaría asumiendo un compromiso para que, en el corto plazo, se reanudasen “los trámites y servicios en torno a la emisión de certificados, revalidaciones y acreditaciones”; decisión que podría repercutir en algunas entidades en las que los trámites administrativos a los que deben someterse las instituciones de educación, aún deben regularizarse.

Sin duda que el desempeño de la Maestra Delfina trazaría la ruta por la que, de tener un cometido eficiente, transitarían -con el tiempo- otras y otros maestros de educación primaria, tan acostumbrados a cumplir con las normas que han burocratizado el trabajo de las y los docentes al priorizar el enorme papeleo que les endilgan, y que solo sirve para que los de arriba “informen” del óptimo desempeño de sus encomiendas aunque solo sea en papel y la situación diste mucho de ser la que ellos ven y que podría sintetizase en el “no pedíamos mucho”, citado en líneas anteriores. Ojalá y la nueva maestra no pierda de vista el bosque por tan solo ver el árbol.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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