Proyectos de muerte dañan cultura; van 10 años de lucha contra PIM
Proyectos de muerte dañan cultura; van 10 años de lucha contra PIM. Foto: Especial

Los “Proyectos de Muerte” no solo originan pérdidas en términos de biodiversidad, sino también a nivel lingüístico, cultural y ontológico, acusaron; el Frente de pueblos en defensa de la tierra y el agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala tiene diez años luchando contra el PIM.

Así lo acusó Ana Paula García Valeriano, directora ejecutiva del Centro de Estudios Ecuménicos, en el conversatorio de la Ibero Puebla conformado a través del Programa Universitario Ignaciano (PUI), donde participaron mujeres representantes de colectivos y organizaciones defensoras de los derechos de las comunidades indígenas de Puebla y Morelos.

Señaló que, dichos proyectos rompen los lazos comunitarios y los espacios de toma de decisiones, pues “compran autoridades para romper el vínculo interno”, por ello, los pueblos realizan acciones formativas, como campañas y foros para hablar sobre la contaminación del agua proyecto de la presencia industrial.

Por su parte, integrantes del Frente de pueblos en defensa de la tierra y el agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala señalaron que llevan diez años en resistencia contra el Proyecto Integral Morelos (PIM), el cual pretende generar energía térmica mediante la extracción de millones de litros de agua y gas natural, además de que el gasoducto bloquea las rutas de evacuación volcánica, lo que es un riesgo para los pobladores.

Tres generaciones en contra del PIM

Miriam Vargas, vocera del frente, señaló que ella pertenece a la tercera generación de su familia que se une a la lucha por recuperar los territorios, pese a ser víctimas de intimidación hasta la destrucción del tejido social. “Todos hemos sido expropiados de cualquier elemento natural. La contingencia sanitaria nos está hablando de ello”, expuso.

Por su parte, Francisca Zamora, del colectivo Ixtacamaxtitlán, señaló que la principal motivación de su agrupación es que la región es rica en frutas y semillas, por lo que deben defenderla de la compañía extractivista Almaden Minerals.

En el conversatorio se señaló que los proyectos de comunicación popular han sido vistos como una forma de construir narrativas propias, por lo que desde 2013, comunidades de Morelos han abrazado el sistema de radios comunitarias para generar sus propias agendas políticas, sociales y culturales, además de tocar temas como la seguridad, el desarrollo económico solidario y la violencia de género.

Resistir implica conocer el planteamiento del “proyecto de muerte” para diseñar maneras estratégicas para expulsarlo. “Debemos reconocer que el problema no es nuestro. Viene de fuera y se disfraza de bienestar, lo que ellos llaman ‘progreso’”, concluyó Ignacia Serrano, de Ixtacamaxtitlán.

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