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Por Adrián Salazar

De acuerdo con el “Ranking de resiliencia Covid”, elaborado por Bloomberg, el cual analizó a 53 naciones de diversas regiones del mundo, nuestro país se consolidó como el peor para estar durante la pandemia. Y no es para menos, el resultado de la política y estrategia implementada por el gobierno de federal de Andrés Manuel López Obrador, y replicada por los gobiernos estatales y municipales, en el mejor de los casos, ha dado como resultado que tengamos ya más de150 mil muertes y los 1.77 millones de casos confirmados del coronavirus.

De acuerdo con los datos estadísticos de este ranking, México obtuvo un puntaje de 30,8 sobre 100 en el índice de resiliencia, 7 puntos por debajo del país más cercano, Sudáfrica, con un índice de letalidad de 7,5 por ciento, el mayor de los 53 países estudiados. También resaltan las 1.156 muertes por cada millón de habitantes y un índice de positividad de 41 por ciento, lo que implica que las autoridades no detectan una cantidad significativa de contagios.

Esto pasa en un país donde el propio presidente desprecia todas y cada una de las medidas de sanidad para prevenir el contagio y minimiza la gravedad de un problema que ha escalado, desde su inicio, mundialmente. De acuerdo con Cynthia Arnson, directora del programa de América Latina del Wilson Center, este enfoque displicente de liderazgo, junto a una falta de redes de seguridad social y sistemas fuertes de salud pública, ha empeorado la crisis. Estamos hablando, pues, del resultado de pésimas decisiones.

Respecto a la adquisición de vacunas, el gobierno dice haber convenido con Pfizer la compra de 34.4 millones de unidades, de las que han llegado algo más de 500 mil; con Astra-Zeneca se han comprometido 77.4 millones de vacunas, que llegarían entre marzo y agosto; con Cansino Biologic se dice, hay un acuerdo por 35 millones de dosis, vacuna que no está aprobada, pero se dice que estaría disponible este mismo año; un cuarto acuerdo es el del mecanismo Covax, de varios países, para compartir dotaciones. México espera de ahí 51.5 millones de dosis. Llegarían también este año. En total, unos 198 millones de vacunas, además de los 24 millones de dosis de la vacuna Sputnik V para los próximos dos meses que enviará Rusia, de acuerdo con el propio López Obrador.

Pero en los hechos, solo se han aplicado 0,43 dosis por cada 100 habitantes, sin mencionar que, en muchos de los casos, las vacunas nos e aplicaron a personal médico de primeria línea, sino a los “siervos de la nación”, que no son otra cosa que promotores electorales de Morena. Como vemos, la política del gobierno federal no es garantizar realmente la salud de los mexicanos.

Otro hecho revelador es que “dio” luz verde para que los gobiernos estatales adquieran por cuenta propia las vacunas que consideren necesarias, es decir, está evadiendo flagrantemente su responsabilidad, sin embargo, dicha estrategia tampoco ha dado resultados positivos para la población, pues en el caso de Puebla, el gobernador, también morenista, Luis Miguel Barbosa Huerta, no ha implementado ninguna acción a favor de los poblanos. Su estrategia se ha limitado a declarar confinamientos y entregar algunas despensas discriminadamente, mientras que la clase trabajadora se arriesga todos los días a morir de Covid al buscar el sustento diario para sus hogares.

Ahora que los gobiernos estatales han sido facultados por el ejecutivo para la compra de vacunas, ¿qué esperan para adquirirlas? En Puebla nos acercamos peligrosamente a los 60 mil casos de contagios y hemos superado las 7 mil defunciones, de acuerdo con los datos oficiales, sin embargo, el propio Inegi ha revelado que estos no son certeros, pues muchas personas más mueren en sus casas, en la calle, o en las salas de espera de los hospitales.

Urge, pues, que el gobierno de Miguel Barbosa destine los recursos necesarios para la adquisición de las vacunas, si en verdad se quiere salir del semáforo rojo y regresar a la normalidad lo antes posible, el gobierno de Barbosa debe vacunar por lo menos al 70 por ciento de la población para lograr la denominada inmunidad comunitaria artificial, es decir, aproximadamente 4 millones 700 mil poblanos deben recibir la dosis para reducir la mortalidad y el riesgo de contagios por Covid.

Mientras no se apliquen este tipo de acciones concretas, los decretos estatales seguirán siendo insuficientes para hacer frente a la pandemia. Hasta el momento se han aplicado poco más de 20 mil dosis, cantidad realmente irrisoria si se compara con lo que se requiere. Esta es, pues, la oportunidad de oro que el Gobierno del Estado tiene para demostrar que en verdad esta interesado en atender “primero a los pobres”.

Se acercan ya el proceso electoral de este año. Será en las urnas donde se evalúe el desempeño de los gobiernos morenistas, que no han atendido la carencia de servicios básicos, no han creado obras de infraestructura, pero si han ahondado el desempleo, la pobreza, las crisis económica y sanitaria, además de dejar al pueblo a su suerte en contra de esta pandemia mortal. La vacuna contra el Covid existe, la pregunta es ¿quién asumirá su responsabilidad?

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