La propaganda, como los programas asistenciales, se convirtió en un eje fundamental de acción para el nuevo gobierno que llegó en 2018 y que, desde su arribo, intentó silenciar con el linchamiento mediático a través de la principal vitrina que es la famosa conferencia de prensa mañanera.

En un espacio de hasta tres horas, el Poder Ejecutivo federal realiza un ejercicio de comunicación diaria que incluye la estigmatización y el ataque frontal contra quienes se encuentran “en contra” de la manera de Gobernar de Morena, incluso cuando las estadísticas hablan acerca de que durante su mandato ha aumentado la desigualdad social y la inseguridad, además de que ha caído en empleo y la economía a niveles récord.

Han sido estigmatizados periodistas a quienes se le ha “bautizado” como “prensa vendida” o “fifí”, intelectuales de la talla de Enrique Krauze, quien, en marzo de 2019, denunció ser parte de una campaña de difamación que escaló a Twitter a través del hashtag #YoLeCreoAKrauze; o políticos reconocidos como el expresidente de México Felipe Calderón a quien nombraron #ComandanteBorolas.

El control que ha querido ejercer el gobierno obradorista sobre diversos canales de comunicación sí ha permeado en algunos medios de comunicación tradicionales en los que se difunden los mensajes del mandatario y se silencian hechos que lastiman a la sociedad mexicana como la falta de medicamentos o la aprobación de leyes que afectan a mayorías; pero no lo ha logrado en las redes sociales como Twitter, la empresa preferida por las marcas.

Quien domina el discurso domina la mente y la propaganda es una herramienta que ha tenido la oposición de los llamados “influencers” que, de manera organizada u orgánica, han generado tendencias que exhiben y se contraponen al discurso oficialista que intenta incidir en la forma de pensar de la sociedad que tiene acceso a la red.

La propaganda que es lanzada principalmente desde Twitter ha encontrado oposición. Se ha vuelto Trending Topic (o tendencia) #INECorrupto y ha surgido #YoDefiendoAlINE o #MexicanosAlGritoDElINE, también se han exhibido casos como la compra de 20 piezas de longaniza a un costo de 335 mil 782 pesos a través del “hashtag” #LonganizaGate, y como estos hay decenas de ejemplos.

No es extraño entonces que esta misma semana desde “la mañanera”, el director de Twitter en México haya sido señalado de haber militado o simpatizado con un partido político opositor al del poder. La empresa reaccionó de inmediato con un tuit y varias figuras políticas e instituciones se sumaron a las muestras de apoyo.

Twitter es la red social por excelencia para hacer campañas, sobre todo, propagandistas. Lo es para el nuevo régimen, sin embargo, los ciudadanos no han dejado de contraponerse al discurso, en su pleno derecho de ejercer su libertad de expresión.

@MaritzaMena7

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