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El frustrado golpe de Estado al enviado del CEN de Morena en Puebla

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que antes de que terminara el 2020, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien dice que se mantendrá al margen del proceso electoral en marcha, pretendió tomar el control de Morena y su proceso interno de selección de candidatos por la vía del enlace del Comité Ejecutivo Nacional del este partido en Puebla.

En otras palabras, buscó con la ayuda del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, reemplazar al representante del CEN en el estado, Carlos Alberto Evangelista Aniceto, por un viejo aliado suyo al que conoció en sus tiempos de perredista: Agustín Guerrero Castillo.

El susodicho, que hoy es militante de Morena, fue diputado federal por la Ciudad de México entre 2009 y 2012, diputado local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal de 2006 a 2009, presidente del PRD en la capital del país y representante de este partido ante el Instituto Electoral del Distrito Federal de 2003 a 2005, y dirigente del movimiento estudiantil y representante del Consejo Estudiantil Universitario de la UNAM, institución en la que se formó como economista.

Sin embargo, el CEN de Morena no sólo votó en contra ese cambió, sino que ratificó a Carlos Evangelista —quien además es secretario de Combate a la Corrupción y miembro de la Comisión Electoral de la dirigencia nacional— como su enlace en la entidad.

La maniobra no pasó, por supuesto, inadvertida para Carlos Evangelista y otros miembros del Comité Ejecutivo Estatal que saben de la intención del gobernador Barbosa de ampliar su influencia dentro del partido y de convertirse en el gran elector en el proceso interno de selección de candidatos.

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De las tres vías para obtener la candidatura, Armenta perdería en dos de esos métodos

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que la inseguridad que muestra el senador Alejandro Armenta Mier –disfrazada de civilidad política– para conseguir la candidatura de Morena a la alcaldía de Puebla se debe a que de las tres posibles rutas que hay para definir al abanderado morenista, estaría derrotado en dos de esas opciones. Lo único que lo puede ayudar es el impulso personal de Ricardo Monreal, el líder de los senadores morenistas.

Armenta sorprendió que el lunes al hablar por primera vez abiertamente de su intento de ser candidato a edil de la capital del estado, no se le vio “echado para delante”, ni mostrándose como la mejor carta de la 4T. Por el contrario, dijo que su esfuerzo se dirige a conseguir que surja un acuerdo entre los aspirantes para sacar a un abanderado fuerte de Morena.

Ese titubeo se debe a una razón muy poderosa: sabe que es muy reducido su margen para conseguir la postulación.

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Control del PAN, el fondo

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que los panistas se enfrenta hoy a aquel dilema de la década de los ochenta: conquistar el poder o conservar al partido.

Se pensaba en estos tiempos que el foxismo y calderonismo, a nivel nacional; y el morenovallismo, en el ámbito local, habían liquidado a la organización denominada Yunque, como factor de influencia en el blanquiazul.

Buena parte de los acuerdos atorados para definir candidaturas se localiza en este dilema: ir al poder o controlar al partido.

Los panistas fueron relegados, en el caso de Puebla, hasta quedar reducidos a su mínima expresión, pero el Yunque no fue aniquilado por el morenavallismo, cuyos pupilos/as hoy dirigen al partido, aunque parece que no tienen garantizado el control.

Desde la dirigencia nacional con Marko Cortés y en la estatal con Genoveva Huerta hay la convicción que ceder el partido, en aras de buscar posiciones de poder en la próxima elección, abrirá la puerta a los yunquistas para arrebatarles la dirigencia, de cara al 2024.

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Aferrarse a las mañaneras

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que las conferencias diarias del presidente, son sin duda una herramienta innovadora, fundamental, que ha llegado a tener tal importancia que opera como la columna vertebral del discurso oficial.

No confundir jamás con ejemplos de transparencia gubernamental, porque en los hechos no lo son.

Vamos, ni siquiera lo pretenden ser.

Tampoco se trata de un ejercicio dedicado exclusivamente a la promoción de las acciones del gobierno federal.

Este pretexto de dar a conocer al “pueblo” los logros de la famosa 4T, es utilizado simplemente como disfraz de un acto puramente propagandístico.

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De aspirantes y suspirantes

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que en estos días la rebatinga por las candidaturas está candente. En la alianza PRI-PAN-PRD se han mencionado y manoseado los nombres de todos los cuadros ya conocidos para ocupar los puestos claves, pero otros más, simplemente han dejado pasar la oportunidad.

Uno de los primeros nombres que anduvo en boca de todos fue el del rector de la BUAP, Alfonso Esparza a quien lo mismo colocaron como candidato en Teziutlán, que en Tehuacán o Atlixco. Al final, todo indica que no está en sus planes pelear una candidatura.

Otro fue el caso de Tony Gali de quien primero se dijo que iría en la lista de los plurinominales, después que buscaría nuevamente ser presidente municipal de Puebla, otras voces lo colocaron como candidato a un distrito federal de los de Puebla capital y también por el de Atlixco.

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