Tras una discusión de dos horas, el Congreso de Puebla se convirtió en el décimo Legislativo en aprobar, por mayoría, eliminar el fuero constitucional el presidente para que sea juzgado por delitos electorales, traición a la patria o corrupción.
Este dictamen, presentado por la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales reforma los artículos 108 y 111 Constitucionales, fue criticado por diputados del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano (MC), quienes señalaron que solo “es una simulación”.
Esto, porque manifestaron que el Senado es el que seguirá decidiendo con el voto de las dos terceras partes de sus integrantes si juzga al presidente durante el tiempo de su encargo, en caso de comer alguno de los delitos antes mencionados, a lo que calificaron que “solo se quiere vender espejitos”.
Mónica Rodríguez Della Veccia, del PAN; Roció García Olmedo, del PRI y Carlos Morales Álvarez, de MC, señalaron que, si bien estas reformas quitan “aparentemente” privilegios al titular del Ejecutivo federal, no hubo voluntad de eliminar el fuero a los legisladores.
En respuesta, Vianey García Romero, presidenta de la comisión y del grupo legislativo de Morena, manifestó que las críticas son una “estrategia desesperada” de quienes se han unido como el “agua y el aceite” para formar la alianza “Priand” que busca cancelar esta reforma que permite juzgar la figura presidencial.
La diputada fue respaldada por sus homólogas Tonantzin Fernández Díaz, de Morena, y Mónica Lara Chávez, del PES, quienes defendieron la reforma.
Tras esto, la modificación a los artículos 108 y 111 de la Constitución fue aprobada con 32 a favor, cinco en contra y una abstención, luego de que la iniciativa fue turnada al Congreso local por el Senado de la República al tratarse de una reforma constitucional.
