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Outsourcing: táctica dilatoria // Retrasar hasta congelar // Barones y legisladores

Carlos Fernández Vega en su columna México SA, publicada en La Jornada, indica que la misma cúpula empresarial que, dale que te dale, exige que se respete el estado de derecho, sistemáticamente lo viola en materia laboral, cuando menos, porque, según justifica, es necesario hacer de México un país competitivo (clásica frase neoliberal), aunque ello implique salarios de hambre y transgresión de los derechos de los trabajadores.

Para los machuchones (AMLO dixit) el estado de derecho sólo es aquel que los beneficia, pero nunca el que los obliga a cumplir con sus responsabilidades, y una de éstas es la Ley Federal del Trabajo, la que a lo largo de los años se la han pasado por el arco del triunfo, en especial desde que, en septiembre de 2012, El Borolas les regaló la legalización del outsourcing.

El presidente López Obrador envió al Congreso una iniciativa de ley en materia de subcontratación para poner orden, eliminar abusos y garantizar el respeto de los derechos laborales. Lo propio hizo (diciembre de 2019) el senador Napoleón Gómez Urrutia, y en ambos casos la cúpula empresarial soltó a sus cabilderos para congelar cualquier posibilidad de cambios en la materia.

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AMLO y el 71% ¿electoral?

Julio Hernández López en su columna Astillero, publicada en La Jornada de San Luis, indica que en su mensaje en Palacio Nacional, al cumplir dos años en el poder e iniciar el segundo tercio de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo en alto su narrativa de buen gobierno, incluso en los temas delicados de la pandemia y la economía, se moderó en cuanto a la seguridad pública y la incidencia delictiva, y llegó a asegurar que, conforme a sus propios datos, un 71% por ciento de la población desea que él siga en el timón nacional.

La ceremonia, realizada frente a decenas de invitados a causa de las restricciones relacionadas con el covid-19, fue inusitadamente breve y la velocidad de lectura fue igualmente extraordinaria. Un análisis simple podría quedarse en la idea de que el discurso de este martes fue un reciclamiento de los dichos de las conferencias mañaneras de prensa. Pero la actitud, el tono e incluso la concreción de los mensajes pareciera el dictado de los temas de campaña del obradorismo para 2021, con un jefe político deseoso de mostrarse suelto y victorioso en la medida de las circunstancias.

Como era de suponerse, el tono de optimismo casi electoral del presidente de la República generó desde críticas hasta algo parecido a la indignación en los sectores que le son opositores. Los temas deficitarios serían los mismos que el propio tabasqueño había señalado desde días atrás: la pandemia y sus consecuencias, en primer lugar; los problemas económicos agudizados por tal crisis sanitaria y la inseguridad pública y los altos índices de violencia en todo el país.

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Los dos Andrés Manuel a dos años de distancia

Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, publicada en El Universal, indica que Como en el cuadro de Frida Kahlo, en el mensaje de ayer del presidente López Obrador, con motivo de sus dos años de Gobierno, se pudo ver gráficamente que hay dos versiones del Mandatario que hoy gobierna México. Uno es el Andrés Manuel que ayer habló de amor, de respeto para la oposición, de tolerancia a la crítica y a la disidencia, de que gobierna para todos sin distingo y de que ayuda a todos los ciudadanos sin importar su condición social. Otro es el Andrés Manuel que todas las mañanas discrimina a los que piensan distinto, que atiza el odio y la división entre mexicanos, que desprecia a sus opositores y los descalifica, que ataca y cuestiona a medios críticos y que pregona que él solo ayudará y salvará de la crisis a los más pobres y no al resto de la población.

Es como, si en un desdoblamiento de personalidad, el Presidente que ayer se paró en un pódium en el patio central del Palacio Nacional, fuera otro distinto al que todos los días vemos en las “mañaneras”: menos agresivo, más tolerante, sin tanta bilis ni amargura y más consciente de que este es un país diverso en el que no cabe el pensamiento único al que ayer dijo no aspirar. Como si ayer hubiéramos podido ver a un verdadero Presidente y no al propagandista pendenciero y demagogo que todos los días habla en sus conferencias.

Eso sí, entre los dos Andrés Manueles hay algo que no cambia: la soberbia y la grandilocuencia con la que afirma todos los días y ayer también que este país ya cambió solo porque él así lo dice; que ya somos un país más feliz, donde se cumple la ley, donde hay estado de derecho, paz y tranquilidad para todos, donde el bienestar baña a toda la población con “ayudas mensuales o bimestrales” del Gobierno que llegan a un 70% de la población (los más pobres), mientras el otro 30% de los mexicanos (las clases medias y alta) reciben también los beneficios de su Gobierno al “poder desarrollarse en paz y trabajar y producir con tranquilidad y seguridad”.

 

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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Solidaridad. México, al igual que muchas otras naciones, enfrenta los efectos de una pandemia inédita, por lo mismo, ha requerido de la solidaridad y el apoyo de todas las esferas de la sociedad como los ofrecidos por los hospitales privados. Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, destacó esa solidaridad. “No nos hemos visto rebasados, hemos procurado que a ningún enfermo le falte atención médica y hospitalaria y hemos salvado miles de vidas. No podría dejar de mencionar la solidaridad y el humanismo demostrado por fundaciones de empresas y hospitales privados que desde el primer día de la pandemia nos están apoyando para atender enfermos de covid y otros padecimientos”. Los acuerdos se generaron gracias a la coordinación entre Olegario Vázquez Aldir, miembro del consejo asesor empresarial y presidente ejecutivo de Grupo Empresarial Ángeles, y el canciller Marcelo Ebrard. Juntos, aportando lo mejor para el país.

2. Relaciones peligrosas. La Fiscalía General de Chihuahua envió a la Cámara de Diputados una solicitud para retirar el fuero al senador por Morena Cruz Pérez Cuéllar, a fin de iniciarle un proceso penal por peculado agravado, al haber sido parte de la red de corrupción creada por el exgobernador César Duarte Jáquez. El fiscal estatal, César Peniche, dijo que “se presentó la solicitud de declaración de procedencia, para actuar en ejercicio de la acción penal”. La acusación por la que se le investiga y por la cual se liberó orden de aprehensión es por haber recibido dinero de parte de César Duarte, alrededor de 15 millones de pesos, como parte de su red de corrupción. La mala: Pérez Cuéllar ya estaba pensando en lanzarse para gobernador. ¿Y ahora?

3. Hay ruta. “Hoy, cuando cumplimos dos años de gobierno, puedo sostener, con hechos y en honor de la verdad, que hemos avanzado en transformar a México”, destacó Andrés Manuel López Obrador en su mensaje a la nación. Dijo que su gobierno enfrentó la pandemia, “en vez de quedarnos con los brazos cruzados, decidimos enfrentar la crisis sanitaria y económica con entrega, eficacia y con estrategias no convencionales que nos han permitido ir saliendo”. Aseveró que el gobierno ha ahorrado un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos, “reduciendo al mínimo el robo de combustible, disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal”. Han caído corruptos del pasado; faltan los del presente, pero, con la transformación, ya caerán.

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