En el país, más de 3 millones de personas se emplean en los campos agrícolas, el 93 por ciento carece de un contrato laboral y el 90.5 por ciento no tiene acceso a la seguridad social y el 84 por ciento gana apenas entre uno y dos salarios mínimos.
Lo anterior de acuerdo con datos del Centro de Análisis e Investigación (Fundar) que indicó que durante la pandemia por Covid-19, las personas jornaleras han seguido laborando pese a arriesgar su salud, por lo que el sector agrícola ha podido mantener sus niveles de producción creciendo de 0.1 por ciento en el primer semestre de 2020, hasta 7.4 por ciento en el tercer trimestre.
Añadió que para las personas jornaleras la migración a campos agrícolas de otros estados es la única oportunidad que tienen para mejorar sus vidas, aunque para ello deban trabajar desde las 5 de la mañana y hasta las 6 de la tarde, donde por ejemplo, un cortador de caña debe obtener la mayor cantidad de producto pues en su caso, le pagan 35 pesos por cada tonelada cortada.
Criticó que pese a que el trabajo de las personas jornaleras es considerado “esencial” no es remunerado de manera justa, pues el 33 por ciento ganan menos de un salario mínimo.
Fundar señaló que por ello, desde la Alianza Campo Justo, el pasado 20 de noviembre se envió un oficio a representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) en el que se exhorta a tener un dialogo con personas jornaleras para escuchar sus testimonios y argumentos a favor de un salario digno.
