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Arce, presidente de Bolivia // Biden, sonrisa Colgate

Carlos Fernández Vega en su columna México SA, publicada en La Jornada, indica que por casualidades de la vida –y de un golpe de Estado– al mismo tiempo dos candidatos a la Presidencia de sus respectivos países celebran la victoria alcanzada en las urnas y uno de ellos ayer tomó posesión del cargo en medio del júbilo popular, mientras el otro haría lo propio hasta enero próximo, luego de truncar la pretensión releccionista de un nefasto empresario agorilado.

Luis Arce Catacora, nuevo mandatario boliviano, llega al Palacio Quemado no sólo porque arrasó en las urnas (ni el esperpento Luis Almagro pudo evitarlo), sino porque el pueblo de aquella nación sudamericana reivindicó la democracia y el derecho a elegir a sus representantes, luego del golpe de Estado de noviembre de 2019 contra Evo Morales, organizado por la administración Trump y llevado a cabo por las mismas fuerzas fascistas que hoy, ante la contundencia del triunfo del Movimiento al Socialismo, huyen como ratas (por cierto, un año después de aquel nefasto acontecimiento Morales, querido y respetado, regresa a su patria, mientras el expulsado resultó ser el salvaje inquilino –aún– de la Casa Blanca, a quien los electores de su país le dieron una patada en el culo).

En el caso estadunidense, parece que concluyó la telenovela postelectoral y, tras confirmarse –una vez más– que su sistema electoral está más que rebasado y resulta totalmente antidemocrático, Joe Biden se alza con el triunfo, no por ser mejor alternativa que Donald Trump, sino, en el mejor de los casos, por ser es el menos malo –por decirlo así– del par de candidatos que se presentó a las elecciones de aquel país, y cuando una democracia lo único que puede ofrecer a los ciudadanos es que elijan entre el peor y el mucho peor, entonces están fritos.

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Biden, fetiche antiAMLO

Julio Hernández López en su columna Astillero, publicada en La Jornada de San Luis, indica que en términos mediáticos (con censurantes televisoras gringas como punta de lanza), diplomáticos (un buen número de presidentes y jefes de Estado le han felicitado y reconocido), políticos (personajes republicanos, como George H. Bush, se han puesto de su lado), financieros (buena respuesta de los mercados de valores) y sociales, Joe Biden es ya el virtual presidente electo de los Estados Unidos de América.

Falta ver si Donald Trump se sostiene en sus flamígeras advertencias de que recurrirá a las instancias judiciales, en denuncia de fraude electoral y, de ser así, restará saber la resolución de esos órganos de justicia. Por lo pronto, Biden se mueve ya con aires presidenciales y así es percibido. Anuncia medidas positivas internacionales (por ejemplo, la reincorporación inmediata de Estados Unidos al Acuerdo de París sobre cambio climático), afina planes sobre política migratoria (que se dice que buscarían distanciarse de lo hecho e impuesto por Trump) y juega con las cartas suaves de la oratoria convencional y los tonos unitarios y no rupturistas ni estridentes como los que han distinguido durante casi cuatro años al bárbaro naranja.

Pero, a fin de cuentas, el aparato de poder, y sus correspondientes intereses, asentados en Washington, habrán de continuar vigentes y boyantes aunque sea con ropaje, estilos, etiquetas partidistas y apellidos diferentes.


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No felicitar a Biden, la decisión personal del Presidente

Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, publicada en El Universal, indica que a contracorriente de lo que le recomendaron con insistencia, tanto el canciller Marcelo Ebrard, como la embajadora Martha Bárcena —que a pesar de sus conocidas diferencias coincidieron en que el presidente López Obrador debía salir a reconocer el triunfo del candidato demócrata Joe Biden y felicitarlo a nombre del Gobierno de México—, el Mandatario mexicano decidió no escuchar las recomendaciones de los encargados de la política exterior y de la relación con Estados Unidos y optó por decir que esperará “a que se resuelvan todos los asuntos legales” en la elección presidencial de Estados Unidos.

La posición que tomó el Presidente mexicano, a partir de un desconocimiento total del sistema electoral estadunidense, causó sorpresa no solo fuera de México sino entre sus propios colaboradores que desde muy temprano, por la mañana, le habían explicado la necesidad y la importancia de que se pronunciara en reconocimiento del triunfo de Biden, como ya lo habían hecho la mayoría de los líderes del mundo, empezando por el otro miembro del T-MEC, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien fue el primero de los jefes de Estado en felicitar públicamente al candidato demócrata a través de su cuenta de Twitter.

En tanto el Presidente mexicano vacilaba, desde todo el mundo, incluido Nicolás Maduro en Venezuela y el resto de Latinoamérica, con excepción de Brasil, seguían fluyendo los reconocimientos y los mensajes de felicitación: Alberto Fernández, de Argentina; Iván Duque, de Colombia; Sebastián Piñera, de Chile; Martín Vizcarra, de Perú, lo hacían el mismo sábado mientras que el domingo se sumaba al reconocimiento el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

 

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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Ring en el Congreso. Protagonistas de la negociación del Presupuesto 2021, en la Cámara de Diputados confían en que habrá modificaciones que respondan al reclamo de los gobernadores de la Alianza Federalista. Mientras la oposición alerta riesgos para las entidades por la caída de 9% que presenta la propuesta gubernamental, con 115 mil millones de pesos menos con respecto a este año, los representantes de Morena reclaman que los mandatarios deben ser sensibles a la situación del país. Mañana martes iniciará la aprobación del dictamen en la Comisión de Presupuesto de San Lázaro. “Considero viables modificaciones a Aportaciones Federales”, adelantó el diputado Ignacio Benjamín Campos Equihua, secretario de Morena en la Comisión de Presupuesto. Comienza la pelea. Que sean los legisladores quienes pongan calma a las exigencias aliancistas. ¡Pero ya! Y a otra cosa…

2. Voto desde ultratumba. El INE notificó al Senado que la consulta impulsada por Yeidckol Polevnsky, consejera nacional de Morena, obtuvo 0.06% del apoyo ciudadano, cuando se necesita 2% para que se ordene su realización. El INE explica que, con fecha de corte del 7 de octubre, se tenían 91 millones 200 mil ciudadanos en el padrón electoral y, por lo tanto, el 2% corresponde a 1 millón 825 mil que tendrían que haber apoyado esa iniciativa. La petición de consulta de Polevnsky únicamente logró 55 mil 930 apoyos válidos. Pero lo peor es que, reproduciendo las mismas mañas del antiguo régimen, Polevnsky presentó firmas de fallecidos para promover la consulta sobre el juicio a expresidentes. Nomás 194 muertos en su enclenque lista. ¿Las mismas mañas de siempre?, ¿y el viraje histórico de la 4T, para cuándo?

3. Orgullo compartido. Gran noticia para los chiapanecos. La trayectoria académica y aportación científica para el tratamiento de aguas residuales de Carlos Alonzo Avendaño Meza, docente del Instituto de Investigación e Innovación en Energías Renovables de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), fue reconocida con el premio al Mérito Juvenil en Investigación. Este reconocimiento tiene como objetivo estimular la investigación científica básica y aplicada, el desarrollo tecnológico y la innovación de calidad orientada al desarrollo de Chiapas y del país. El rector de la Unicach, José Rodolfo Calvo Fonseca, expresó su agradecimiento al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, por incentivar la generación de conocimiento e innovación tecnológica. El apoyo a la ciencia, tan demandado, tiene garantía en el sureste del país. Rutilio Escandón responde, y sin aspavientos…


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