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“La poesía cura y sana”.
Abel Pérez Rojas

Me queda claro que desde donde se quiera ver, la poesía tiene funciones curativas y sanadoras.

Sí, cura y sana, entendiendo que no es lo mismo una y otra cualidad.

Curar es la desaparición de síntomas de alguna enfermedad. Sanar es algo más profundo, tiene que ver con la interioridad de las personas.

No es una planta medicinal, no es un producto de esos que tanto abundan en el mercado y son calificados de “milagrosos”, tampoco es una droga extraída de un laboratorio; sin embargo, la poesía tiene propiedades curativas y sanadoras, porque, entre otras cosas, hace posible —según Enrique Canchola Martínez, poeta y especialista en los vínculos del cerebro y las hormonas—: “la liberación de neurotransmisores que activan los circuitos cerebrales del placer y la recompensa; también, la poesía tiene la capacidad de incrementar los niveles de encefalinas y endorfinas, con lo cual se disminuye el sufrimiento y se incrementa la esperanza del vivir”.

Combinando su vena poética con sus largos estudios como especialista de la salud y profesor universitario, Canchola Martínez sentencia: “la poesía con su canto estimula las neuronas del circuito de la recompensa, activando las sinapsis mesolímbicas por donde corren las catecolaminas, neurotransmisores responsables del placer”.

Escucho con atención a Enrique Canchola, mientras lo consulto telefónicamente para la elaboración de este artículo: “también se sabe que la poesía tiene la capacidad de incrementar los niveles de oxitocina, responsable de la tolerancia humana”.

Termino el diálogo con Enrique y me complace ver que hay varios artículos en internet en el sentido de lo que acabo de conversar con “El Poeta de la Espada Desenvainada”.

Leo interesado el escrito de Danny W. Linggonegoro, titulado: “Cómo los médicos usan la poesía” (How Doctors Use Poetry), publicado en Nautilus (bit.ly/2Gha86D).

Me entero a través de ese reporte que muchos médicos alrededor del planeta, están usando la lectura de poesía en sus tratamientos con personas de todas las edades y en condiciones de salud diferentes; lo mismo en pacientes en fase terminal, que en niños hospitalizados por enfermedades que no ponen en riesgo su vida.

Sólo por tener un punto de referencia, comparo las terapias de poesía con aquellas de risoterapia que hiciera célebres Hunter Doherty “Patch” Adams.

Hallo en la bibliografía citada por Linggonegoro más textos que abonan a usos terapéuticos de la poesía: “El poder emocional de la poesía: circuitos neuronales, psicofisiología y principios de composición” (The emotional power of poetry: Neural circuitry, psychophysiology and compositional principles) (Wassiliwizky, E., Koelsch, S., Wagner, V., Jacobsen, T. y Menninghaus, W.), “Evaluación de los efectos de la música y la poesía en el alivio del dolor oncológico: un ensayo clínico aleatorizado” (Evaluation of the effects of music and poetry in oncologic pain relief: A randomized clinical trial) (Arruda, MA, García, MA y García, JB), “Mejora en los resultados informados por los pacientes después de la terapia de poesía grupal de mujeres con cáncer de mama” (Improvement in patient-reported outcomes after group poetry therapy of women with breast cancer) (Gozashti, MA, Moradi, S., Elyasi, F. y Daboui, P.).

En una simple revisión de resultados en Google, también encuentro el título de un libro escrito por Julio Buamscha Cumsille: “Poesiterapia” (Poesía Terapéutica).

Sí, la poesía tiene un poder curativo y sanador, por ello puede usarse como terapia. Quienes amamos la poesía lo sabemos.

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.      

Nació en Tehuacán, Puebla, el 6 de enero de 1970. Es poeta,conductor de programas de radio, académico y gestor de espacios educativos. Funda y coordina Sabersinfin.com