La casi inminente llegada de la jueza católica pro vida Amy Coney Barrett a la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, por nominación del presidente Donald Trump, puede restar votos a los demócratas y definir la elección del 3 de noviembre a favor del mandatario.
Así lo estimó Alfredo Jalife-Rahme, especialista en geopolítica, quien remarcó que Trump tiene asegurados los votos del senado que que su nominada llegue la vacante que dejó la fallecida jueza feminista Ruth Bader Ginsburg.
Subrayó que, con el arribo de Barret, Trump también obtendría el control del máximo tribunal estadounidense, pues quedaría conformado por cinco conservadores y cuatro moderados.
En el plano electoral, expuso que el perfil de Barret “le gusta mucho a la base evangelista-sionista” que apoya al mandatario, e incluso indicó que podría resultar atractivo para los “latinos”, que en su mayoría son mexicanos y católicos.
Ante este escenario, señaló que los demócratas no tienen los senadores suficientes para bloquear la designación de Barret, pero advirtió que también perderían votos de los electores moderados si continúan con sus “ataques virulentos” hacia ella y su familia.
Y es que algunos demócratas y sus simpatizantes han criticado las creencias religiosas de Barret, así como el hecho de tener dos hijos adoptivos procedentes de Haití, sobre los cuales incluso se ha cuestionado si fueron traídos “legalmente” al país.
En este sentido, indicó que “él único instrumento de batalla que tienen” es señalar que el nombramiento de Barrett pone en tela de juicio el programa de seguro médico Obamacare, el cual hizo popular al expresidente demócrata Barack Obama.
