¿Y si la encuesta de Morena no la ganara Mario Delgado, sino Yeidckol Polevnsky?
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que con el diputado federal Mario Delgado Carrillo, el gobernador Luis Miguel Barbosa y los miembros de su grupo político parecen agarrarse del último clavo ardiendo para hacerse del control de Morena en Puebla y llevar mano en el proceso de selección de candidatos para las elecciones de 2021.
La apuesta del gobernador Barbosa, del diputado Gabriel Biestro Medinilla, presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del estado, y de otros morenistas locales cercanos al mandatario estatal es que Mario Delgado gane la encuesta que aplicará al Instituto Nacional Electoral (INE) para definir al próximo dirigente nacional de Morena.
Su apuesta tenía lógica, pues el coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara Baja era hasta hace unas semanas el aspirante con mayores posibilidades de encabezar la encuesta que el INE aplicará a militantes y simpatizantes de este partido.
Sin embargo el escenario ha cambiado, ahora que se han registrado otros aspirantes a la presidencia de Morena como la ex presidenta provisional Yeidckol Polevnsky Gurwitz y el también diputado federal Porfirio Muñoz Ledo, y han quedado de manifiesto las alianzas y apoyos de cada uno de ellos.
Mario Delgado es el favorito por el apoyo que tiene del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, de algunos gobernadores, de varios diputados de su fracción y del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila.
Morales Páez busca crear grupo de presión en el PAN de cara al próximo proceso electoral
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que mucha inquietud ha generado entre panistas que una parte importante de la estructura política que tuvo Luis Banck Serrato, cuando fue alcalde de Puebla, esté empezando a tener un importante activismo en la capital, ya que por un lado sus integrantes han aparecido repartiendo despensas en colonias populares y por otro, invitando a sumarse a los militantes albiazules a participar en el proceso electoral del próximo año.
Esos activistas son encabezados por Juan Carlos Morales Páez, quien fuera titular de las secretarías General y de Gobernación en la administración de Luis Banck, y coordinador de Políticas Públicas en el equipo de Martha Érika Alonso Hidalgo, cuando era candidata del PAN a la gubernatura. Ver las fotos.
Se ignora si ese comportamiento esté vinculado a un posible regreso de Luis Banck a la vida política de la capital o si es un movimiento de una estructura política ligada al morenovallismo, que sin estar relacionada con el exedil, esté buscando ocupar un espacio en el PAN de cara al próximo proceso electoral.
Lo que llama la atención es que al mismo tiempo que se detectó la presencia de la brigadas encabezadas por Morales Páez, que parece hacer crecer una facción dentro del PAN, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta –durante la conferencia de prensa de hace un par de días– hizo un llamado a investigar presuntos actos de corrupción ocurridos durante las gestiones de los exediles panistas José Antonio Gali Fayad y Luis Banck.
Se sabe que la presidente estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, junto con el diputado federal Fernando Manzanilla Prieto, están haciendo esfuerzos –cada vez más debilitados– de formar un frente amplio de opositores a los gobiernos de la 4T y por esa razón muchos ven con lupa el comportamiento de actores importantes como Gali, Banck y el senador Roberto Moya Clemente, pues son quienes podrían realmente fortalecer una opción electoral importante.
Los 150 mdp perdidos de la alfabetización aquí
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que ¿Y dónde quedaron los 150 millones del “inédito” proyecto de alfabetización que puso en marcha el morenovallismo en 2011 con la Universidad Nacional Autónoma de México?
Los entonces mandatario de Puebla Rafael Moreno Valle y rector de la UNAM, José Narro, firmaron con bombo y platillo un convenio por tres años para alfabetizar a 258 mil 352 poblanos en 48 municipios.
Acordaron que cada año se destinarían 50 millones de pesos para que a finales del 2013, Puebla dejara de ocupar el quinto lugar nacional en analfabetismo.
Sin embargo, datos del último informe de Enrique Peña Nieto, divulgados ayer por El Sol de Puebla, revelan que la entidad seguía en 2018 en el lugar cinco a nivel nacional en analfabetismo.
La reportera Maricarmen Hernández señala que el INEGI señala a 309 mil 430 poblanos que no saben leer ni escribir.
Se busca contendiente opositor
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que es evidente que la salida de 10 gobernadores de la Conago, tiene implicaciones netamente políticas.
Jamás lo aceptarán públicamente, pero se trata de una medida desesperada en busca de algún perfil que pudiera competirle a Morena la presidencia en el 2024.
Jalar reflectores y medir las reacciones en términos de opinión pública y publicada, más allá de sus respectivos estados, para ver si alguno de ellos puede llegar a cumplir con los criterios de rentabilidad necesarios para volverse candidato.
Se ve muy difícil.
Los más conocidos y con presencia intermitente en el debate político nacional, pudieran ser el de Chihuahua, Javier Corral y el de Jalisco Enrique Alfaro.
El cártel de la Cofrepis poblana
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que en la cruzada anticorrupción que ha anunciado el gobernador Miguel Barbosa tendrá que poner atención especial en el enquistado cártel de la versión poblana de la Cofepris, que es la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS).
Uno esperaría que en estos momentos de crisis sanitaria, el personal que trabaja, dirige y cobra en la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios- Puebla (DPRIS) tuviese un compromiso social, sin embargo, el deseo no siempre se adapta a la realidad.
En esta entrega le nombraré a algunos servidores públicos de la dirección que depende de la Secretaría de Salud y que han formado un cártel para hacerse de cuantiosos botines tanto políticos como económicos.
Emilio Jorge Pérez Martínez, director de Protección Contra Riesgos Sanitarios, sería la cabeza de este cártel, pero no el único implicado en las irregularidades. César Alberto Reyes Viñas, se ostenta como asesor aunque en los hechos funge prácticamente como director. De este último se sabe que hay cuentas pendientes en la contraloría estatal que no han sido saldadas.
Las órdenes que se giran desde la oficina principal pasan por el subdirector de DPRIS, Javier Pedraza Mayoral, quien está al pendiente de las operaciones tanto de corruptelas al interior de la dirección como del maltrato laboral de los trabajadores o de los favores a otros empleados como Brian Guerrero, quien goza de un sueldo de burócrata amén de que su horario coincide con las actividades que realiza como administrador del hospital MAC en el mismo horario.