Una madre de Villahermosa, Tabasco, acusó que desde 2013, su expareja se llevó a su hijo por lo que ya no pudo disfrutar su niñez; el caso fue llevado al Estado de México, donde Ascención Mendoza Pineda, juez de lo primero familiar de distrito judicial de Texcoco, se vendió.
María, nombre ficticio de la madre que prefiere el anonimato, narró que todo inició cuando su exmarido visitó al menor en Tabasco, así que los invitó a salir: el señor se llevó al niño al baño y ella llevó a su otra hija al sanitario de mujeres, pero cuando ellas salieron, una persona del estacionamiento del lugar le dijo que él ya se había ido en su carro con el menor.
Ella interpuso su demanda en el Centro de Atención a Menores, Víctimas e Incapaces (Camvi) de Tabasco pero la enviaron a la Ciudad de México a dejar papeles, donde no logró que la Fiscalía citara al padre del niño.
El caso llegó al Estado de México, donde reside su expareja, y al mes, se enteró que el juez Mendoza Pineda le otorgó guardia y custodia a su exmarido, situación que nunca le fue notificada, porque ella no tenía dónde vivir en México y acusó que en el papel que pusieron para supuestamente avisarle había direcciones falsas, además de que en el documento se le informaba que no podía acercarse a su hijo a menos de 20 metros.
Con molestia y decepción, narró a Ángulo 7 que hay mucha corrupción en la guardia y custodia sobre los niños, lo cual –indicó– es una gran desesperación, pues ya no disfrutó su niñez; explicó que su hijo tiene 11 años y guarda rencor a su madre, ya que la acusó de dejarlo.
Según esta madre, el juez se vendió para otorgar la guardia custodia e indicó que el papá tiene buena situación económica, por lo que quizás se aprovechó de eso.
Lo anterior, porque indicó que hay muchas inconsistencias en su caso, por ejemplo, el hecho de que la demanda se le puso en Texcoco aunque ellos vivían en Iztapalapa, y todo el proceso inició cuando esta madre se fue a Tabasco, por lo que no había manera de notificarla e incluso señaló que tuvo que llevar su demanda a la fiscalía de la colonia Cuauhtémoc, porque su hijo vive en la Ciudad de México.
Sin empleo y sin apoyo de otras instancias
En su opinión, el padre le quitó al menor por rencor hacia ella, luego de atreverse a dejarlo. Recordó que en una ocasión el señor la agredió cuando intentó ver al niño, pero esta demanda contra él tampoco procedió y la mujer desconoce el motivo.
Para recibir ayuda, María acudió al Instituto Estatal de la Mujeres, pero el caso no ha avanzado, pues le indicaron que ya hay una sentencia dictada por un juez, aunque ella nunca fue notificada en tiempo y forma porque ni siquiera vivía en el lugar donde inició el proceso; aunque ha intentado que su exesposo le deje ver a su hijo en vacaciones, pero simplemente no le responde.
Por falta de solvencia económica, tuvo que dejar el proceso civil, pues se quedó sin empleo; explicó que en el Camvi de Tabasco, metió su demanda en 2013, pero nunca avanzó. Ahora todo el caso está en la Ciudad de México.
Ella solo quiere saber el porqué, de la noche a la mañana, el juez otorgó guardia y custodia de su hijo en un solo día, sin siquiera permitir que pudiera pelear por la misma.
Indicó que no deja de pensar en su hijo un solo instante y por ello pidió a las autoridades que no se presten a la corrupción, pues produce daños morales y psicológicos. También, exhortó a la sociedad a que entienda que los niños son primero, que los amen y cuiden y pidió que esas personas –trabajadores— que están en juzgados se toquen el corazón para tomar la decisión correcta y no se presten a la corrupción.
Cabe mencionar que más de 50 mujeres en al menos ocho estados del país conformaron Madres Luchando por Nuestros Hijos, organización a través de la cual han acusado que en medio de procesos civiles y penales por la custodia de los menores, la mayoría lleva años sin ver a los menores porque la figura paterna, con el cobijo de la corrupción y machismo, no lo permite.