Aunque padece Covid-19, “Mariela” -de 39 años- ha asesorado desde su casa a 30 familiares, amigos y pacientes con síntomas, sobre el tratamiento que podrían llevar desde sus hogares, para no saturar los hospitales y que mejoren rápidamente.
Fue el pasado 13 de junio cuando la enfermera suplente del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los poderes del Estado de Puebla (Issstep), dio como positivo en Covid-19, pues desde el inicio de la pandemia -en marzo-, fue asignada al área de especialidad respiratoria, que atiende a dichos pacientes, indicó a Ángulo 7.
En su hogar, obligada a mantener la cuarentena en una habitación acondicionada fuera de la casa principal, Mariela decidió poner investigar tratamientos y protocolos de avanzada, que sirvieran para combatir el virus, sumado a los conocimientos generales y de Covid-19 aprendidos durante sus turnos.
Fue así como -mencionó- comenzó a atender a personas cercanas, y cuyos padecimientos “te vas dando cuenta” con la observación que son del virus, pues su experiencia le ha ayudado a distinguir entre enfermedades comunes y Covid-19
Maricela adapta un tratamiento conforme al sistema inmunológico de cada persona, con el objetivo de evitar una saturación en los hospitales y que los pacientes sean atendidos con inmediatez, pues comentó que en los centros médicos la atención va enfocada a los casos más graves, mientras que el resto pueden llevar sus cuidados y procedimiento en casa.
Señaló que de las 30 personas atendidas, algunas son de escasos recursos, mientras que tres perdieron la vida en el esfuerzo, al tratarse de pacientes que presentaban un severo daño y que tuvieron que ser trasladados a un hospital.
Poblanos ignoran que tienen otras enfermedades
Mencionó que gran parte de las complicaciones se deben a comorbilidades como la hipertensión, homeopatía y diabetes, enfermedades que -comentó- una gran cantidad de poblanos ignora que parecen.
“Dicen: él era sano, joven, nunca se enfermaba así. Pero ellos nunca le checaron la presión, su glucosa, no sabían si sus riñones funcionaban. No tenemos el hábito de ir a unos laboratorios y verificar si estamos bien de salud”, aseveró.
Esto, aunado a que comentó que algunos pacientes contagiados salieron a las calles al sentirse “mejor”, lo cual no solo expuso a nuevos contagios, sino que agravó su estado de salud por los constantes cambios de clima.
Por ello, Mariela resaltó la importancia de los chequeos constantes y que lo “primordial” para no debilitar las defensas y favorecer al virus es evitar el miedo, así como mantener una sana alimentación, sin azucares ni comida chatarra, hidratarse y descansar constantemente.
Mariela observa a su hijo desde la ventana
La enfermera precisó que brinda las asesorías conforme su salud se lo permite, razón por la que su madre, preocupada, le decía “ay hija, tú estás enferma y todavía se te ocurre explicarle a la demás gente; ante ello, Mariela le respondía: “todos tenemos familia y todos estamos luchando por ella”.
Desde que inició la pandemia, habita en una pequeña habitación que constantemente desinfecta ella y su familia, desde cuya ventana observa cómo su hijo de tres años corre, situación que no la ha hecho sentirse sola y que, por el contrario, la motiva en seguir adelante.
Esto, en un marco donde Puebla registró hasta este miércoles un total de 20 mil 450 casos, con un aumento de 222 nuevos contagios en las últimas 24 horas, mientras que el costo diario en terapia intensiva por persona, es de 49 mil 653 pesos.