La FGR acusó formalmente a Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, de intentar ocultar sobornos que le pagó la empresa Odebrecht, por 10.5 millones de dólares, a través de cuentas bancarias de sus familiares desde 2011, durante la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Lo anterior, este martes en la segunda audiencia de vinculación proceso contra el exfuncionario peñista, esta vez por los delitos de asociación delictuosa, cohecho y operación de recursos de procedencia ilícita relacionados con el caso Odebrecht.
Ahí, el ministerio público señaló que, desde 2011, cuando era uno de los coordinadores de la campaña de Peña Nieto, Lozoya Austin comenzó a reunirse con Luis Alberto Meneses Weyll, entonces directivo de Odebrecht, a quien presentó con empresarios mexicanos e incluso le prometió contratos con el gobierno si el PRI ganaba la presidencia en 2012.
“Conoció a Luis Alberto de M. cuando era representante de Odebrecht en México y le favoreció para conseguir contratos de obra pública”, expuso la Fiscalía.
A cambio, Lozoya Austin comenzó recibir sobornos millonarios, pero no de manera directa, sino que una filial de Odebrecht se los depositaba en las cuentas de Tochos Holding, empresa de la que era beneficiario, e incluso en cuentas a nombre de su madre, de su esposa y de su hermana.
El fiscal acusó que, en una ocasión, hubo transferencias por 185 mil dólares y un millón 200 mil dólares a cuentas de la madre de ERLA (así se refirió a Lozoya Austin, pues este pidió que se ocultara su información personal) en Suiza, cuyo origen ilícito el exfuncionario intentó ocultar comprando un inmueble en Ixtapa Zihuatanejo.
De acuerdo con las daros de la FGR, Lozoya Austin recibió sobornos por 10.5 millones de dólares entre 2011 y 2014, a cambio de asegurarle a Odebrecht contratos de obra pública con Pemex.
Esta operación habría generado a la compañía brasileña beneficios por 39 millones de dólares.