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Antorcha Campesina, Paola Migoya y Alfonso Esparza, al Bloque Amplio Opositor

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que hace unos días le platiqué de Paola Migoya Velázquez como la aspirante que la dirigente estatal panista estaba promoviendo a la presidencia municipal de Puebla y de las posibilidades de que Antorcha Campesina se sumara al frente opositor anti Morena en las elecciones intermedias de 2021.

Hoy estoy en condiciones de adelantarle que ambos actores políticos no sólo están en pláticas con el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano para conformar un bloque amplio opositor, sino que las negociaciones están en algunos casos muy avanzadas al grado que ya se sabe hasta por qué distritos serían postulados.

Con Antorcha Campesina los acercamientos se han dado local y nacionalmente tanto con dirigentes como cuadros representativos de Acción Nacional.

Esta organización buscó obtener su registro como partido estatal, pero ante la negativa del Instituto Electoral del Estado (IEE) y el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) de otorgárselo, y la abierta animadversión que hacía ella muestran el gobernador Miguel Barbosa Huerta y el presidente Andrés Manuel López Obrador, sus dirigentes buscaron acuerdos con el PAN.

Estos acuerdos van más allá de Puebla, pues la intención de Antorcha Campesina no sólo es ganar presidencias municipales y diputados locales en la entidad, sino en otros estados donde tienen presencia o mantienen conflicto, como ocurre en Hidalgo con el priísta Omar Fayad Meneses, pero también tener representación nacional en la Cámara de Diputados.

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David Méndez es el aliado, acusan rivales de Eduardo Rivera

Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, indica que al ex presidente municipal de Puebla y aspirante a repetir en esa misma posición, a partir de los comicios intermedios del próximo año, Eduardo Rivera Pérez, le siguen sacando historias del pasado que insisten en vincularlo con el gobierno de Miguel Barbosa y, por tanto, con el gobernador, pese a que el mandatario le mandó un mensaje público cargado de hostilidad en el contexto, precisamente, del proceso electoral que se avecina.

Una “tarjeta informativa” que circula entre panistas desde mediados de la semana pasada recupera y otorga detalles de la estrecha relación que tuvo Rivera Pérez, como presidente municipal en funciones, en el trienio 2011-2014, con el entonces regidor y presidente de la influyente Comisión de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del ayuntamiento de Puebla, ni más ni menos que el mismísimo secretario de Gobernación de Barbosa, David Méndez Márquez.

La ficha narra desde el comienzo de aquella relación hasta los tiempos actuales, en los que, según esta especie, algunos de los colaboradores de Rivera laboran para la administración estatal gracias al vínculo vigente del ex edil con el ex regidor.

La historia contada en ese documento exhibe que Rivera Pérez pretendía otorgar la presidencia de la Comisión de Desarrollo Urbano a un regidor afín a su causa, como demandaba la lógica política, a un militante del PAN. Bajo esa premisa, quien llevaba mano era la regidora Patricia Thomé, porque además de ser panista es arquitecta de formación profesional.

Sin embargo, Méndez hizo despliegue de sus buenos oficios negociadores, desde antes de que arrancara formalmente el gobierno municipal, para conseguir que el edil le otorgara la comisión a él, haciéndose partícipe, de esa manera, de ese selecto grupo de servidores públicos que año con año aprobaría (y aprobó) el plan de obras públicas destinado para la ciudad, los presupuestos en la materia y, por último, el programa estrella de aquella administración, la pavimentación de mil calles.

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Pifia del ombudsman ante un falso caso de tortura del ayuntamiento de Tecali de Herrera

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que penoso, desconcertante y opaco ha resultado el desempeño de José Félix Cerezo Vélez en los 8 meses que lleva como presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla (CDHP). Ese comportamiento se advirtió en un primer episodio cuando rechazó reabrir el expediente de Chalchihuapan, que es el caso más emblemático de represión de los últimos años. Y ahora hay un segundo episodio: el ombudsman ha cometido una pifia monumental en una recomendación que emitió al ayuntamiento de Tecali de Herrera por un supuesto asunto de tortura.

Luego de ser electo en un largo y cansado proceso en el Congreso local, una vez que Cerezo Vélez se instaló en la presidencia de la CDH no ha podido hacer algo elemental: presentar un diagnóstico de la propia comisión que preside y de la situación que guarda el respeto a los derechos humanos en el estado de Puebla. Pareciera que únicamente llegó a ocupar un puesto más de la burocracia oficial, sin buscar trascender en nada.

Hasta ahora lo poco que se conoce del ombudsman son sus desatinos, como ignorar el caso Chalchihuapan o ahora la pifia cometida contra el ayuntamiento de Tecali de Herrera, en donde se documentó un falso caso de tortura por el simple hecho de que en la CDH ignoraban que en ese municipio no hay agencia del Ministerio Público. Un error de primaria.

Para entender lo ocurrido en torno a Tecali de Herrera, es fundamental tener el siguiente antecedente:

A principios de noviembre la Policía Municipal de Tecali de Herrera acudió a un llamado de auxilio por el intento de robo de un cajero automático de BBVA. Ello derivó en la persecución de tres presuntos asaltantes, quienes fueron alcanzado por lo uniformados a la altura de la comunidad de San José Morelos, casi llegando al entronque que va al municipio de Cuautinchan.

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Acaba el negocio de poder morenovallista

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que un negocio de 500 millones de pesos anuales (en época de campañas electorales alcanzaba los mil millones de pesos) que construyó el morenovallismo llegó a su fin: los espectaculares.

En este modelo de negocio que implicó modificar leyes ambientales, uso de suelo, despojar a ayuntamientos de facultades y hasta usar empresas de comunicación de prestanombres participaba la burbuja morenovallista.

El esquema brindaba dos cosas: dinero y poder. Recursos para la imagen política y controlar la publicidad exclusivamente para quienes garantizaban la continuidad del proyecto.

El Congreso del Estado echó abajo este modelo de negocio electoral con la prohibición de usar espectaculares, revistas, libros, transporte y mobiliario pública con fines electorales en Puebla.

Desde este sistema también se crearon campañas negras contra los opositores al morenovallismo.

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Calderón sumó más a EPN que Odebrecht

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que cuatro millones de dólares no son nada despreciables para una campaña presidencial.

Sin embargo, palidecen ante el monto potencial que puede desviarse desde la presidencia de la República para apoyar a un candidato en específico.

La candidata del PAN en el 2012, Josefina Vázquez Mota, no contó con esa ventaja competitiva.

El presidente Felipe Calderón, emanado de su mismo partido, decidió que el mejor escenario para él, su familia y su grupo político, no era la continuidad del blanquiazul al frente del ejecutivo federal, sino el regreso del PRI.

Sí, ese “ogro filantrópico” tan detestado por las huestes panistas; el enemigo histórico responsable de más de 70 años de catástrofes, simplemente, el padre creador del modelo de político corrupto.

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Se le pierden muertos al gobierno de AMLO

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que este fin de semana el gobierno de Andrés Manuel reconoció –a medias- que la pandemia del coronavirus ha causado muchos más muertos en México que los 43 mil 680 reportados hasta anoche.

Con el eufemismo “Exceso de mortalidad” el gobierno federal reconoció que en gran parte del país el número de fallecidos es superior a lo que anualmente se esperaba.

Para este 2020 y en números redondos, se estimaban 130 mil muertos por diversas causas, pero resulta que en los meses de la pandemia, exceptuando julio, se registraron más de 202 mil defunciones, es decir 71 mil mexicanos más.

Si bien es cierto que de esos 71 mil muertos, 43 mil corresponden a las cifras oficiales de víctimas del coronavirus, existen certificados de defunción de otras 28 mil personas que fueron fechados durante las semanas epidemiológicas 12 a la 26, es decir del 15 de marzo al 27 de junio.

Faltaríamos a la verdad si dijéramos que de los 28 mil fallecidos todos perdieron la vida por el Covid, sin embargo, muchos de ellos sí lo hicieron y no quedó asentado así en los certificados. Otros más deben su defunción a causas indirectas como un paro cardíaco, un coma diabético e incluso por suicidios.

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